A lo largo de nuestra vida, vivimos ciertas circunstancias o etapas que en ocasiones no comprendemos del todo. Y muchas de ellas en ocasiones nos llevan a perder el ánimo.
Todos en algún momento vivimos una experiencia fuerte ó dolorosa que por un momento nos puede llevar a considerar el hecho de tirar la toalla, o abandonarlo todo para volver atrás. Y creo que todos hemos pasado por ese momento en el que te tienes que enfrentar a una decisión: Abandonarlo todo o seguir.
Pueden haber muchas situaciones que posiblemente nos lleven a sentir desánimo, frustración, desilusión, cansancio, tristeza, depresión, desgaste, etc. Y todo esto viene por causa de situaciones emocionales, otras espirituales, económicas, familiares o físicas.
Pero recuerda que no somos responsables de las circunstancias que nos rodean, solamente de nuestra respuesta ante ellas. Es decir que somos responsables de nuestras decisiones.
Sea cual sea la situación que estés viviendo hoy; hay una salida!
Esto que estás viviendo también pasará. Tú puedes estar bien!
Alguien dijo una vez: «He tenido altibajos, he padecido desánimo, pero he recobrado el vigor; Quiero y me determino seguir hasta donde Dios me permita seguir!» Y tú también puedes llegar a decirlo! Lo único que tienes que hacer es tomar una decisión en tu corazón.
Yo te animo a que sigas adelante! A que no permitas que nada ni nadie te saque del propósito de Dios. Lo que Dios ha planeado para tí es grande, no dejes que el enemigo te robe la bendición.
Recuerda que hubo alguien que jamás se rindió por amor a tí, que a pesar del gran dolor que experimentó en su cuerpo y corazón, lo soportó todo por tí y por mí. Esa persona fue Jesucristo.
Jesús entregó hasta la última gota de Su sangre por amor a tí. ¿Y tú, le amas?
Cuando sientas que ya no puedes más recuerda: Jesús decidió seguir, y lo que tú y yo enfrentemos en esta vida jamás se podrá comparar con el gran dolor que experimentó nuestro Señor Jesucristo.
Anímate y no tires la toalla! No abandones todo por nada! Fortalécete en Dios, ora, busca su presencia, lee su Palabra. Te darás cuenta que Dios está contigo siempre y quiere ayudarte a superar cualquier etapa que estés viviendo en tu vida.
Por muy difícil que parezca, todo tiene solución, avanza y no retrocedas!
«Las dificultades que tenemos son pequeñas, y no van a durar siempre. Pero, gracias a ellas, Dios nos llenará de la gloria que dura para siempre: una gloria grande y maravillosa. Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna». 1 Corintios 4:17-18 (TLA)
