Cambia tu lamento

Escrito el 02/09/2017 - 3:01pm Por Carlos Hernández Zamora

El nombre tiene un significado fuerte en nuestras culturas. En los viejos tiempos se nombraban a las personas según el santo del calendario o almanaque. Con el invento de la radio y la televisión fueron surgiendo nuevos apelativos y la influencia de los medios de comunicación fue creciendo a tal punto que algunos padres eligen los nombres de personajes famosos para que sus hijos lleven ese honor.

En la Biblia, los nombres se relacionaban con los acontecimientos que se suscitaban como un recordatorio histórico del momento. Fue así como aparece en escena el nombre de Jabes, que según el significado se refiere al dolor. No fue cosa fácil para él pasar su infancia y que cada vez que lo mencionaran, lo asociaran con ese malestar.

 Jabes fue un hombre que vivía atrapado por el dolor. El escarnio o bulling era su perseguidor. Creo que ya estaba agobiado y cansado por esta situación. Sin embargo no se conformó, caminó en fe, creyó a un Dios que puede cambiarlo todo y se humilló con una oración tan sincera que pidió salir de su opresión.

Dios cambió su lamento en baile, le bendijo con bastante prosperidad y se convirtió en un hombre nuevo.

Quizás la vida que llevas es una cruz, un dolor, una desgracia. Estás atrapado en la cárcel de la desesperación, del estrés y nadie cree en ti. Te sientes como la persona más desfavorecida del planeta y todo lo que tú emprendes sale mal. Estás cansado de que el mundo te llame como « el fracasado, el bueno para nada, el acomplejado, el miserable, el tonto», etc. Pues bien, la clave está en no alimentar tus fracasos, errores y temores sino combatirlos aceptando las promesas de prosperidad que Dios tiene en tu vida. Muchas personas se han humillado ante Dios y tienen un nuevo horizonte en su firmamento.

 Dios tiene una misión en tu vida. Él tiene tiempos de refrigerio y desea que seas como un árbol frondoso que está plantado junto a corrientes de agua y que da su fruto en su tiempo.Salmos:01:03

 Recuerda el propósito divino: Isaías 61: 1-3: «El Espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque me ha ungido el Señor para traer buenas nuevas a los afligidos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos Y liberación a los prisioneros; para proclamar el año favorable del Señor, y el día de venganza de nuestro Dios; para consolar a todos los que lloran, para conceder que a los que lloran en Sión, se les dé diadema en vez de ceniza, aceite de alegría en vez de luto, manto de alabanza en vez de espíritu abatido; para que sean llamados robles de justicia, plantío del Señor, para que Él sea glorificado.

  La bendición de Dios se extenderá hasta tu territorio, la presencia de su mano  estará contigo.

 Tú tienes el volante, cambia de dirección. Tú decides cambiar tu lamento.

Bendiciones

Acerca del autor

Educador de generaciones, orientado al estudio de la literatura y lenguas extranjeras. Me agrada escribir cuentos y ensayos. Creo en las capacidades de las personas para salir adelante. Analítico en las problemáticas sociales. Constante en el estudio, pues sé que un pueblo educado es un ente libre de la ignorancia. Aficionado a la tecnología, lector activo y participativo de la Biblia. Bloguero de Onda Exclusiva en la sección de «vida cristiana» y «acción social».