Cómo desarrollar un ministerio que bendice 2

Escrito el 26/10/2016 - 9:22pm Por Diego Carrasco

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Pasaje: San Marcos cap. 2. 1 al 12

“Entró Jesús otra vez en Capernaúm después de algunos días; y se oyó que estaba en casa. E inmediatamente se juntaron muchos, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra. Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales cavilaban en sus corazones: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios? Y conociendo luego Jesús en su espíritu que cavilaban de esta manera dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Entonces él se levantó en seguida, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa”.

Mis queridos amigos, la semana anterior mencionamos 4 características de un ministerio bendecido y respaldado por nuestro Señor. Pues bien, en esta oportunidad quiero brindarles 4 características más, y con ellas, cerramos esta entrega de “Cómo desarrollar un ministerio que bendice 2”. Presta atención, y toma nota.

5) Que no te importe lo que diga el status quo. El status quo religioso en ciertas ocasiones, se incomoda frente a la osadía de los inexpertos, de los no capaces que se levantan para hacer algo diferente.

Saúl (líder) le dice a David: “No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él, porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud”.

Los escribas que se encontraban en el momento en que los amigos llevan al paralítico delante de Jesús, empezaron a cuestionar al mismo Señor, diciendo. “¿Qué dice este? ¿Quién se cree que es para hacer o decir semejantes cosas?”, etc. Si cuestionaron al mismo Jesús, no creas que serás la excepción, pero sí tienes la misión de permanecer creyéndole al Señor cuando vengan a demandar explicaciones de tu parte.

6) Sé atrevido, arriesgado. Lo que estas personas estaban haciendo arriesgado, podrían afectar severamente la estructura de la casa y por consecuencia, podrían herir o hasta matar a quienes allí se encontraban. Pero hay algo que debemos saber. A Jesús le encantan los atrevidos, los osados, los locos.

Jesús siempre, siempre, siempre, respaldará a quienes intentan cosas locas, solo por ver su manifestación gloriosa. Puedo imaginarme a Jesús sonreír frente a lo que estos hombres estaban haciendo, puedo cerrar mis ojos y ver al Maestro esbozar una sonrisa de oreja a oreja al ver la locura de estos muchachos, pero a la vez, cautivado por la fe que movilizó su accionar.

Arriésgate, rompe con estructuras huecas, y verás a Dios glorificarse en tu ministerio, en lo que haces.

7) No importa por qué razón la gente venga a nuestros servicios, lo importante es que se lleven a Jesús en su corazón. Estos amigos llevaron al paralitico buscando la sanidad, pero se llevaron también el perdón de pecados. En tu grupo tendrás gente que vendrá solo por recibir algún beneficio de Jesús, pero tu tienes que conducirlos al arrepentimiento y el milagro será completo. La gente reconocerá a DIOS a causa del milagro en las personas…

8) Trabaja en equipo. El paralitico necesitó de un equipo para llegar hasta Jesús, entendió que solo no podía, y los que estaban con él también lo entendieron así. Cuando trabajamos en equipo las fuerzas, los recursos, etc, todo se multiplica, y hace más fácil y accesible los buenos resultados.

No pretendas hacer todo solo, eso te llevará al desgaste físico, mental, emocional, espiritual, y terminarás frustrado. Aprende a confiar y delegar responsabilidades en otras personas, entonces cada uno haciendo lo suyo hará que todo resulte en bendición.

Preguntas para responder. 1) ¿Sientes que la rutina ha invadido tu vida y/o ministerio? 2) ¿Te consideras una persona creativa? 3) ¿Crees que se puede mejorar lo que haces? ¿Cómo? 4) ¿Eres de trabajar en equipos, o prefieres hacer las cosas solo/a? 5) ¿Te cuesta aceptar consejos o sugerencias? 6) En este último año, ¿consideras que tu vida espiritual ha crecido o ha decrecido? 7) ¿Te pesa la opinión de los demás, al punto de hacerte desistir de algún proyecto? 8) ¿Te consideras una persona que corre riesgos? 9) ¿Cuándo fue la última vez que te arriesgaste por algo? ¿Qué aprendiste de ello? 10) ¿Estás dispuesto a seguir arriesgándote?

Éstas y otras pregunta que tú mismo puedas agregar te servirán para saber en que punto estás parado, y hacer los cambios necesarios para que tu ministerio sea un ministerio efectivo. ¡Que tengas un día híper bendecido!

Acerca del autor

Hola, soy Diego Carrasco, vivo en la ciudad de General Roca, Provincia de Río Negro, sur de la Republica Argentina. Pastor de Comunidad de Fé "Más ALTO", Escritor y Conferencista, Acompañante Terapéutico, Profesor de Música y Defensor de la Vida. Casado con Paula y padre de Tomás, Matías, Julieta y Paloma, mis ángeles. Busco constantemente ser una fuente de inspiración para otros.