S.O.S.—Lo que los creyentes deberían saber y hacer ante la llegada del Coronavirus

Escrito el 23/03/2020 - 7:46pm Por Carlos Hernández Zamora

La orden del día, es mantenerse en casa. No hay otra forma más recomendada ante el acoso del COVID19 que aislarse; hacer un protocolo permanente de higienización, desde aprender a saludar, lavarse las manos, usar una careta, tener cuidado al estornudar, cambiarse de zapatos y ropa  y por su puesto evitar salir a la calle. Las cifras de contagiados y fallecidos en todos los países es alarmante. Los sistemas de salud están colapsando ante el avance de una pandemia que amenaza los 4 puntos cardinales del planeta.

El antecedente histórico de las plagas en la Biblia, llama poderosamente la atención, en la época del legendario Egipto sobre todo cuando Dios defendía a su pueblo ante la decisión de un rey de no dejar libre al pueblo Israelita. Las plagas fueron la respuesta de Dios hacia el rey, no obstante, aun experimentando los sufrimientos de su pueblo, su comportamiento no cambió. Mostró una rebeldía y por lo tanto se llenó de soberbia.

Cada vez que las plagas eran liberadas causaban dolor y llanto al pueblo egipcio, pero la respuesta de la liberación era negativa. Dios decide entonces aplicar la plaga contra los primogénitos, pero para ello, se dan algunas instrucciones, como la de manchar en los postes y dinteles con la sangre del cordero, haciendo una cruz que serviría de señal al Ángel de Dios Exodo 12:13: «La sangre servirá para señalar las casas donde ustedes se encuentren, pues al verla pasaré de largo. Así, cuando hiera yo de muerte a los egipcios, no los tocará a ustedes ninguna plaga destructora»   Quedarse en el refugio de la casa era una obligación vital, pues durante la noche, la ira divina caería sobre cada primogénito de las familias egipcias. A la mañana, un escenario de luto, de dolor y muerte presentaba un panorama caótico. La muerte había llegado a todos los hogares, pero no en las casas de aquellos que obedecieron el mandato de no salir, de permanecer seguro en sus hogares.

Hoy en día, ante la pandemia del COVID19, estar en casa es una ordenanza del todos los gobiernos, una decisión muy acertada y positiva para el bienestar de las familias. No es una situación tan fácil porque somos influenciados por el poder de los medios de comunicación masiva que nos pasan infiltrando la idea de una muerte mundial en una forma super exponencial. La psicosis colectiva se siente en el ambiente, y muchas veces, la enfermedad se fabrica mentalmente.

Según Juan 7:23 «Cada quien se fue a su casa», y esa recomendación debe ser cumplida al pie de la letra. Aunque no es fácil cuando piensas en los compromisos económicos que has adquirido y no tienes un trabajo estable, no es fácil también cuando tienes que ir al super  a buscar alimentos y te expones directamente al contagio; por otra parte las grandes colas que haces diariamente en los centros bancarios para sacar los ahorros y te ves obligado a comprar la provisión alimenticia a unos precios exagerados.

Pareciera que estamos viviendo un adelanto de los que será en el futuro, pues en el libro de Mateo 24:7 «…habrá pestes y hambre, terremotos en diferentes lugares, y todo esto sera principio de dolores» Es por lo tanto una época difícil que está derrumbando las economías más fuertes de los países desarrollados y disminuyendo la de los países pobres que están haciendo frente con los pocos recursos que poseen.

A pesar de tanta nube gris y tempestad, el estar en casa, se está convirtiendo en una oportunidad para compartir con la familia, es un refugio para salvaguardarse de esta amenaza y una oportunidad para valorar la relación entre padres, hijos, abuelos, etc. y mantener el vínculo de la amistad con los amigos.  

La tierra está descansando de la actividad industrial, pues en la mayor parte de los países, los gobiernos han decretado toques de queda, la suspensión de los sistemas públicos educativos, el  transporte, el cierre de negocios, de iglesias  y de centros de trabajo.

Nadie contaba con el COVID19, por lo que los expertos en economía, hablan de una recesión mundial, donde se piensa en la solidaridad a través de un sistema de recuperación mediante la flexibilidad y comprensión aunque otros en la ganancia del momento. La verdad es que el espíritu de ayuda reciproca debe incrementarse ante tal situación.

Aun con todo lo crítico, hay una alternativa segura: morar bajo la sombra del Omnipotente, si, acercarse a Dios, es tiempo de humillarse en ayuno y oración, tiempo de clamor y ruego. Hoy más que nunca la población mundial, comienza a buscar a Dios, su misericordia, su poder de sanidad y protección, Salmos como el 91, el 23 y otros pasajes de la Biblia son transmitidos diariamente en las redes sociales. La palabra divina está fortaleciendo,  ministrando, y la fe va creciendo considerablemente.

Por otra parte, las iglesias se han cerrado por lo que sacerdotes y pastores transmiten por redes sociales, la TV y radio, sus mensajes y es la oportunidad para ayudar al pueblo necesitado mediante la entrega de víveres y campañas de ayuno y oración.  Los hogares se han convertido en iglesias improvisadas donde las familias oran y se mantienen en un clamor a nivel mundial. Presidentes con sus ministros que oran y claman a Dios con todas sus fuerzas, confiando en la promesa de 2 de Crónicas 7:14«Si mi pueblo se humillare, sobre el cual mi nombre es invocado, y orare buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados y sanaré su tierra».

Confiemos en las promesas de seguridad de Dios, en su palabra encontramos como nos mantiene alejados del peligro, Salmos 91: 5-7 «No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día. Aunque caigan mil a tu lado y diez mil a tu diestra, a ti no se acercará.…».

Los planes de Dios son planes de prosperidad y no de calamidad. Jeremías 29:11«Porque yo se los planes que tengo para vosotros dice el Señor, planes de bienestar y no de calamidad para daros un futuro y una esperanza. Su misericordia se mantiene hoy y siempre.

Sigamos orando, ayunando, y reflexionando sobre nuestro comportamiento. Dios esta llamando al mundo, y espera que escuchen su llamado. Hemos estado tan lejos de sus caminos que es tiempo de volver. Las fronteras de los países, se han cerrado por temor a la entrada del virus, sin embargo Dios tiene abiertos sus brazos para recibirte y quitarte la pestilencia del pecado.

Que la protección de Dios sea contigo y con tu familia.

Bendiciones.

Acerca del autor

Educador de generaciones, orientado al estudio de la literatura y lenguas extranjeras. Me agrada escribir cuentos y ensayos. Creo en las capacidades de las personas para salir adelante. Analítico en las problemáticas sociales. Constante en el estudio, pues sé que un pueblo educado es un ente libre de la ignorancia. Aficionado a la tecnología, lector activo y participativo de la Biblia. Bloguero de Onda Exclusiva en la sección de «vida cristiana» y «acción social».