Hace tres meses que el Tribunal Constitucional de la República de Uganda rechazó la controvertida Ley de Antihomosexualidad, la cual establecía cadena perpetua para ciertos comportamientos que son contra la naturaleza propia de un hombre o una mujer, dentro del desarrollo de su género.
Los alegatos legales de la corte estuvieron apoyados por un comité médico que concluyó que la homosexualidad se aprende y desaprende.
A pesar de la decisión de la justicia, el presidente Yoweri Museveni, posee otro proyecto de ley que arremete nuevamente en contra de las prácticas y uniones anti naturales y establece a la familia como única unión legal.
El nuevo proyecto propone que las personas que cometan el delito de promoción de prácticas sexuales antinaturales se exponen a una condena de prisión de hasta siete años.
El texto que data del 29 de octubre de este año, también explica aquellos que “publiquen, difundan, impriman o distribuyan (…) cualquier documento o información que persiga o facilite empeñarse en prácticas sexuales antinaturales” se enfrentará a la misma condena.
La propuesta de ley también condena a quienes alquilen locales, usen el internet, móviles, películas para su promoción, emparejen a dos personas para tales prácticas, adopten o posibiliten la adopción de menores para comprometerles en estas relaciones o formalicen matrimonios gays.
De ser aprobada la nueva ley el gobierno tendrá que modificar el Código Penal, que data de 1950, el cual señala el arresto como ilegal. A raíz de este nuevo intento por parte del gobierno de Uganda contra la comunidad gay y a favor de la familia, países como EE UU, Holanda, Noruega y Dinamarca suspendieron o redujeron sus ayudas al país.
