Vence, Vence, Vence

Escrito el 01/04/2014 - 10:07pm Por Diego Carrasco

VENCE

“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo, yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar”. (Habacuc 3. 17-19)

El profeta Habacuc veía todo lo malo que estaba sucediendo a su alrededor, pero tomó la mejor de las actitudes que podemos tener cada uno de nosotros frente a momentos críticos: decidió mirar a Dios. Miremos lo que dijo este hombre: `Aunque la higuera no florezca,…etc etc´, a pesar de todo eso, `yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación´.

Aquí algunas enseñanzas. 1) Vivir en victoria es una decisión. Si realmente queremos vivir una vida de victoria, tenemos que decidir ser vencedores, más allá de las dificultades o problemas que podamos enfrentar.

Cual es nuestra reacción frente a los problemas que surgen? Como reaccionamos para con Dios cuando alguna crisis nos afecta? Habacuc tenía claro que, venga lo que venga, él seguiría alegrándose y confiando en su Dios, en ese Dios que podía revertir cualquier situación, por muy difícil que pareciera.

Hoy, si el profeta viviera, diría algo así: `Aunque mi economía no ande bien, aunque no tenga trabajo, aunque mi familia esté en crisis, aunque no tenga los resultados que deseo en lo que hago, a pesar de todo eso, yo me alegraré y me gozaré en el Dios de mi salvación´.

Observa esto. Las personas que se concentran demasiado en sus problemas van perdiendo de a poco la alegría de ser hijos de Dios, van perdiendo el gozo de la salvación. Sus rostros van perdiendo el brillo de la presencia de Dios en ellos, terminan ahogados por los problemas, terminan asfixiados por lo que les toca vivir.

El salmo 34.1 dice: `Bendeciré a Jehová en todo tiempo, su alabanza estará de continuo en mi boca´. Este era el secreto de David, él decidía vivir en victoria más allá de las circunstancias.

2) Vivir en victoria significa imponerse a algo (v.17). Si hablamos de vencedor, de alguna manera también estamos haciendo alusión a algo o alguien que ha sido derrotado. El entorno en el que vivía Habacuc era una invitación a la pérdida de la fe y la esperanza, a la negatividad absoluta, al conformismo, a la renuncia de sueños, era una buena excusa para justificar el porqué no, etc. Había toda una situación social que era profundamente negativa, sin embargo y a pesar de todo eso, Habacuc decidió no perder de vista a aquel que puede cambiar las más oscuras realidades.

Jesucristo es el Vencedor más grande de la historia, decidió imponerse al pecado y la muerte, y los venció, los anuló para siempre. Por él y a través de él, hoy tú y yo podemos vivir en victoria. 1ª Corintios 15.57 dice: `Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo´.

Quien decide imponerse a las condiciones actuales de su vida siempre tiene a mano un ¿Por qué? en lugar de `Está bien´. A qué cosas o situaciones debes imponerte? A la soledad? Al desánimo? A lo económico? A la situación familiar?

3) Vivir en victoria significa andar en otro nivel. El profeta dijo: `…el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar´. Andar en la Biblia, significa: `caminar, conducta, ir, vivir´.

Tenemos que entender que si queremos vivir una vida en victoria, nuestra manera de caminar en la vida debe sufrir una transformación total. Si queremos vivir una vida en victoria, debemos pensar como vencedores, hablar como vencedores y aprender a caminar como vencedores, independientemente de las circunstancias que nos toque atravesar. Eso es vivir en otro nivel, andar en las alturas.

La mayoría de las personas que viven en derrota vive en un nivel muy bajo de pensamiento acerca de sí mismo y de las situaciones que enfrenta, en cambio, los vencedores tienen un nivel más elevado de sí mismos y de lo que pueden lograr por medio de esas circunstancias.

No se puede vivir una vida disociada si se quiere ser vencedor, es decir, no se puede pensar una cosa y hablar otra. Tus pensamientos y tus palabras deben coincidir para que tu accionar sea efectivo también. Observa esto. En las alturas todo se ve distinto, cambia todo. Las cosas se ven demasiado pequeñas, las personas se ven como hormigas, en las alturas uno siente que tiene el control sobre las cosas y que puede manejar todo como quiera.

Termino con esto. Isaías 57.15 dice: `…Yo habito en las alturas y la santidad…´. El profeta sostiene que Dios habita en las alturas. Es decir, al andar en las alturas estoy andando al mismo nivel de Dios, tenemos la misma genética, somos padre e hijo. Dios es vencedor y habita en las alturas, desde ese lugar ejerce dominio y autoridad, ejerce gobierno, y eso es lo que Dios quiere de cada uno de sus hijos. Dios quiere que seamos vencedores, que podamos ejercer dominio y autoridad sobre los problemas o situaciones que nos rodean y que desean vernos fracasar.

Atrévete a subir el nivel, anímate a andar al nivel de Dios. No temas a las alturas, las águilas fueron pensadas y diseñadas para volar alto. Si eres águila, entonces vuela y vuela más alto. Vence, vence, vence! Que tengas un día híper bendecido!

 

Acerca del autor

Hola, soy Diego Carrasco, vivo en la ciudad de General Roca, Provincia de Río Negro, sur de la Republica Argentina. Pastor de Comunidad de Fé "Más ALTO", Escritor y Conferencista, Acompañante Terapéutico, Profesor de Música y Defensor de la Vida. Casado con Paula y padre de Tomás, Matías, Julieta y Paloma, mis ángeles. Busco constantemente ser una fuente de inspiración para otros.