¡No te rindas en los momentos de prueba!

Escrito el 12/09/2013 - 10:40am Por Lucero Ayala García

No te rindas en los momentos de prueba

Me he dado cuenta que cuando tenemos un problema lo primero que viene a atacarnos son los pensamientos negativos. Es entonces cuando esto se convierte en una verdadera batalla contra nuestra fe. ¿Te ha pasado? Por un lado quieres mantener tu confianza en Dios y proclamas con tus labios «todo va a estar bien» «Dios tiene el control de todo» pero mientras lo estás diciendo tu mente ya está pensando en cómo resolver la situación, en cual es el siguiente paso que necesitas dar. Que la situación es muy complicada, que tal vez no se resolverá el problema, etc.

Vienen todo tipo de pensamientos, y sobre todo el enemigo de Dios aprovecha, para hacernos dudar del Poder de nuestro Señor. Te hace dudar, hace tambalear tu fe, y en muchos de los casos las personas hasta llegan a sentirse confundidas y no saben cómo reaccionar en determinadas situaciones. Son movidas a quitar la mirada de la «verdad»  a dejar a un lado su fe y actuar en sus propias fuerzas. Tienden a ser realistas y por supuesto hacer a un lado lo que Dios nos ha dicho en Su Palabra.

Existen diferentes situaciones que como seres humanos podemos llegar a vivir y en cuestión de segundos los pensamientos negativos vienen, con el único propósito de llevarnos a la preocupación. Vienen para hacerte dudar, para robarte la paz, para ponerte inquieto, para traerte temor, para que pienses en todo menos en que Dios está contigo.

No permitas que tu fe se altere

Hoy te animo a que a pesar de la prueba, a pesar del dolor, a pesar de la angustia ó desesperación en la que te llegues a encontrar ¡pelees esa batalla en tu mente y la ganes! Por esto es tan importante que la Palabra de Dios siempre esté presente en tu mente, escrita en las tablas de tu corazón.

Tu fe debe mantenerse inconmovible! Que nada ni nadie la pueda alterar ni destruir.

Te daré un breve testimonio de fe: Tengo un hijo de 1 año 8 meses y cuando él estaba recién nacido tuvo una infección en su oído. El Dr. vino a casa para revisarlo por causa de una fuerte fiebre que tenía. Al revisarlo nos dijo: « ¡Su oído se perforó! Si la infección no se controla, como el oído está perforado, la infección puede irse hasta su cerebro! » ¿Puedes imaginarte lo que sentí en ese momento? La «realidad» era que mi hijo estaba muy delicado, pero la «verdad» era que Jesús murió por él y en la cruz del calvario llevó toda enfermedad sobre Él. Así lo dice en Su Palabra: «Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados» (Isaías 53:5) Yo me aferré a esa promesa y estuvimos orando.

No les miento… lloré muchísimo cuando recibí la noticia, porque no es nada fácil ver a un ser querido en esas condiciones y menos tan pequeñito, pero a pesar de todo yo me mantuve firme confiando en Dios. Yo le decía con todo mi corazón que si estaba pasando todo esto era porque Él lo había permitido y que si Él lo estaba permitiendo entonces Él también me ayudaría a pasar por esa prueba. A pesar del dolor que sentía yo confiaba en Él. Nunca di por hecho que mi hijo se quedaría así, nunca le creí al enemigo cuando vino a susurrarme que mi hijo quedaría sordo, o que la infección invadiría su cerebro ó todo su cuerpo porque los antibióticos no estaban haciendo efecto. Hice a un lado todos los pensamientos del enemigo y te puedo decir que: «¡Dios honra nuestra fe!» ¡¿Sabes qué?! A los pocos días no solo la infección cedió, sino que Dios restauró el oído de mi hijito, no se quedó perforado, Dios hizo un milagro creativo en él, no perdió su oído como el enemigo me lo había dicho, no!  Mi hijo escucha perfectamente bien, y sé que cuando le cuente esto y lo entienda lo hará tener un amor mayor por Dios y  una fe grande.

No sé de que tamaño sea la prueba por la que estés atravesando hoy pero nuevamente te animo a: ¡no rendirte!

no temas estoy contigo

¡No te rindas en los momentos de prueba! Recuerda… Dios ha prometido estar contigo y conmigo en los momentos difíciles. No estás solo. No estás sola.
Refúgiate en el Señor, clama a Dios por su ayuda pero se paciente y ten fe. Tú verás como Dios te ayudará, te dará la fortaleza que necesitas para soportar la prueba. Evita la queja, evita aceptar y creer los pensamientos negativos que el enemigo de Dios está trayendo a tu mente. Ten fe, por encima de todo decide creerle a Dios y acepta su voluntad. Sé que no es fácil, yo misma lo he vivido; pero Dios no te dejará solo en medio de la dificultad. Él está cerca, más cerca de lo que te imaginas.

Una última cosa que quiero agregar: «Cuando tu confianza en Dios sea puesta a prueba, no dudes ni un momento de Él. Aprenderás a soportar cada vez con más fuerza las dificultades pero todo será en la medida que te mantengas firme en tu fe y resistas la prueba hasta el final. Después de que hayas salido victorioso te darás cuenta que aún a través de la dificultad Dios te hizo crecer y ser mejor como persona»

Y recuerda… La prueba tardará menos tiempo mientras más rápido aprendamos la lección; pues aún en medio de las dificultades Dios quiere enseñarnos algo.

«Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia» (Salmos 37:7)

 

Acerca del autor

Discípula de Jesús. Ministro de Alabanza. Conductora de "Mensaje Especial" en MDJ radio. Creadora de "Solteros-Esperando En La Promesa" Me gusta escribir todo tipo de reflexión. Creo que cada cosa o circunstancia en nuestra vida tiene una enseñanza así que me gusta profundizar en cada una de ellas y compartirla con otros. Aprovecho al máximo el uso de las redes sociales pues utilizada correctamente es una herramienta poderosa para poder evangelizar e impactar y bendecir a otros.