“Y su rival (Penina) la irritaba, enojándola y entristeciéndola, porque Jehová no le había concedido tener hijos. Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová, la irritaba así; por lo cual Ana lloraba y no comía”. (1º Samuel 1:6 y 7)
Cuando tú realmente estás mal, hay cosas que debes eliminar de tu vida, y de esto quiero hablar en esta reflexión. Primeramente debemos hacer mención al hecho de que Ana era estéril, es decir, no podía tener hijos, y eso la tenía sumida en una profunda depresión.
Veamos que representa Penina, la otra mujer del esposo de Ana. Representa a esas personas que se burlan de aquello que tú aún no has logrado, son los que te molestan y provocan constantemente, viven para recordarte todas y cada una de tus debilidades, y las remarcan tanto que no les interesa como te sientes.
A causa de esto, Ana estaba depresiva, sin ganas de comer, pasaba sus días llorando, y como todo estado depresivo, seguramente habrá pensado en si valía la pena seguir o no viviendo.
Son aquellas personas que, cuando te dispones a adorar y servir a Dios, te molestan, son quienes disfrutan de tus fracasos. Tus fracasos son sus triunfos, ellos se alegran por aquello que tú no has alcanzado aún, se ríen en tu cara y todo el tiempo están refregándote en la cara lo que ellos tienen y tú no.
¿Conoces gente así? Para ellos tú eres un fracasado o fracasada, eres un ser de segunda categoría, y de esa gente es de la que debes liberarte si quieres crecer y experimentar algo diferente.
Tengo algo para decirte de parte de Dios. Tú no eres de segunda categoría, eres de primera porque Dios te eligió para serlo, no lo olvides! Libérate de ese tipo de personas, no te sirven en la construcción de tu propósito de vida, tú necesitas gente que le añada valor a tu vida, a tus sueños, proyectos, etc.
Puedo imaginarte en este preciso momento meditando acerca de las personas que te rodean, pensando en cual es su actitud hacia tí. Es necesario saber esto. Para bien o para mal, quienes te rodean serán participes de tu vida y de lo que tú vivas.
“Eres un inútil”, “Siempre serás un fracaso”, “Nunca lograrás nada en tu vida”, y tantas otras frases que quizá recuerdes. Ana permitió que Penina la llevara a una profunda depresión tan solo por oír sus comentarios llenos de sarcasmo, ironía, burla, etc.
Puedo hasta imaginar los comentarios de esta mujer a Ana. “¿Para qué vas a adorar a Dios? No ves que ni te oye”, “No insistas, Dios está en otra cosa”, “Confórmate a tu realidad, triste realidad”, y tantos más que puedas imaginar. ¿Te suenan conocidas esas palabras? Si es así, si hay gente que ha dirigido este tipo de palabras u otras que no inspiran, pues bien, lo que debes hacer es tomar total y absoluta distancia de ellos.
Y por supuesto, menospreciar sus palabras. Menospreciar significa simple y sencillamente “darle cero valor”. La mala onda de las Peninas es tan fuerte que puede dejarte tirado a mitad de camino, puede generar una tremenda depresión en tu vida, y estoy seguro que tú no deseas eso.
Quiero terminar con lo siguiente. Si estás siendo “víctima” de alguna Penina, perseguido o acechado por personas de este calibre, es porque Dios está llamándote la atención, y es probable que en un tiempo des a luz aquello con lo que solo has soñado hasta este día, ¿lo puedes ver? Si sigues la lectura en tu Biblia, verás que después de toda esa nefasta y oscura etapa en la vida de Ana, se reencontró con Dios, y pudo así recibir el milagro que tanto esperaba.
Si has sido atrapado o atrapada por algún estado depresivo a causa de algo que no logras ver realizado en tu vida, déjame decirte que no tienes porque quedarte en ese estado, puedes vencerlo! La esterilidad no es tu herencia en ningún área de tu vida. Declara personas no gratas a quienes solo se burlan, se ríen de tu condición actual, y corre en busca de tu sueño. Que tengas un día híper bendecido!