Hace veinte años, en Puerto Rico, un joven escuchó por primera vez en un campamento de verano a un muchacho que entonaba letras cristianas al compás de una pista de reggaetón. Esto le impactó tanto que decidió acercarse a él y preguntarle cómo podría hacer lo mismo. Desde ese momento, ambos colaboraron y escribieron canciones que tuvieron una buena aceptación entre la juventud de la iglesia local. Con el tiempo, ambos tomaron caminos opuestos: Don Omar se dedicó a la música secular, mientras Travy Joe incursionó en el mundo del reggaetón con letras cristianas, y desde ese entonces, no ha vuelto hacia atrás.
Es innegable el papel de Travy Joe en la difusión del reggaetón en el mundo cristiano; pero más que ser el promotor de un género musical, lo que hizo Travy fue abrir una puerta de comunicación que guiara a miles de jóvenes a Jesús. Por toda esta trayectoria musical y el impacto que ha generado, Travy decidió escribir una canción que conmemorara este hecho histórico.
«Cuando escribí esta canción recordaba esos comienzos. Recordé el hambre que tenía por llenar un vacío que existía en los jóvenes del barrio, esos chicos que les llamaba tanto la atención este género musical y lo único que tenían para escuchar era el conocido underground reggaetón, lleno de muchas malas palabras, denigrando a la mujer y hablando de consumir drogas —que tristemente aún existe—. Dios puso en mi corazón contraatacar con el mismo sonido que a ellos les gusta pero con una letra que los alimente espiritualmente; la idea era llegarles con el ritmo que les gusta pero con una letra que los acercara a Dios.»
Esta canción presenta un mensaje claro: que lo importante no es ser el primero, sino llegar a la meta; y que no se trata de nuestro nombre, se trata del nombre sobre todo nombre, que es Jesús. Asimismo, el sencillo nos recuerda que la innovación siempre tendrá detractores, pero cuando Dios está en el corazón de un proyecto, este permanece. Un ejemplo es que Travy no solo fue el pionero en reggaetón con letras cristianas, sino que también fue el primero en incluir break dance en sus videoclips y en utilizar gorras, bling bling, por lo que fue muy criticado en su época; mas hoy es reconocido por unir brechas y hablar fuerte y claro sobre su fe.
Tumpa Tumpa, el sonido original que inició el género
El título de este sencillo hace referencia al patrón del sonido que hacen las baterías en el ritmo de reggaetón; y para obtener esta melodía tan característica, Travy Joe se reunió con Lutek después de quince años: «con esta canción nos fuimos a nuestras raíces y como digo en la canción “a la receta original” a recordar esos inicios que no fue fácil comenzarlo, pero hoy vemos los frutos: es un movimiento conocido a nivel mundial que rescatado a millones de jóvenes. ¡A Dios sea la gloria!»
Tumpa Tumpa es la respuesta a las miles de peticiones que hacían los seguidores del género, y quienes pedían que Travy compusiera más canciones con la receta original; y este sencillo se une a Pal que confía, tema musical que también nació en respuesta a la demanda de la audiencia.
La producción, grabación y mezcla estuvo a cargo de Lutek y la masterización de Jorge Santos de Omega Mastering. Además, Tumpa Tumpa cuenta con un videoclip que fue grabado en la ciudad de Tyler, Texas, Estados Unidos, en las instalaciones de una iglesia cristiana que fue construida hace más de 70 años. La dirección estuvo a cargo de Elí Acuña, de SR817, en colaboración con Lutek en el concepto.