Alex Campos, fue elegido por los lectores del diario Publimetro como «El Gran Bogotano» en medio de la celebración del cumpleaños número 475 de la capital colombiana.
Durante dos semanas los lectores de Publimetro votaron a través de la página web de este periódico por varios candidatos postulados por la misma ciudadanía, Campos logro un 44 % de las votos, logrando superar a grandes personajes.
Después de los resultados Publimetro le preguntó lo siguiente:
¿Por qué cree que la gente lo eligió?
Yo creo que lo que hacemos, en este caso la música, ha llegado a los corazones. Yo no hago música para entretener, sino para el alma, para el espíritu.
¿Cómo fue su infancia en Bogotá?
Crecí en el barro Bonanza, en el noroccidente de Bogotá. Es un barrio de clase media-baja, muy especial… me acuerdo que estudié en el Instituto Henao y Arrubla. Por varias circunstancias con mi familia nos trasteábamos mucho de vivienda, estuvimos como en 30 casas diferentes de ese barrio. Me conozco perfectamente los seis parques que tiene.
¿Cuándo dejó de vivir ahí?
Tenía como 26 años cuando salí del barrio, porque nos pasamos a Santa María del Lago. Está al frente, pero para nosotros era un estrato un poquito más alto. Ahí me casé, estuvimos en Mazurén y luego a donde vivimos ahora, a las afueras de la ciudad.
¿Qué le falta conocer de Bogotá?
Algunos de sus museos, no los conozco todos. Es como todo, cuando voy a otros países visito muchos lugares y la gente que vive ahí se asombra porque nunca los han visitado… pero sí la he recorrido mucho, fui mensajero un tiempo y me recorrí todo Bosa, Kennedy y Ciudad Bolívar. También conozco Chapinero y La Candelaria. Si me das una dirección no necesito Waze para llegar (risas).
¿Quién es usted para quienes hasta hoy lo conocen?
Soy hijo de familia de padres separados… más que eso, fue abandono de mi papá, que se fue de la casa y nos dejó a mi mamá y cuatro hermanos. Mi mamá trabajó para sacarnos adelante y no se volvió a casar. Desde muy pequeño tuve conversaciones con Dios, ahí le dije: “Si tú existes, quiero que sepas que no me siento bien viviendo lejos de mi papá”. Ahí empezamos Él y yo en una relación padre e hijo y entendí que mis sueños podían hacerse realidad. Yo quería ser periodista, pero poco a poco me di cuenta de que tenía facilidad para la música.
Lo metieron a clases de música entonces…
No teníamos la economía para estudiar música, todo fue a oído. Apenas pude tomar un par de clases de guitarra acústica y poco a poco fui creciendo en eso. Yo creo que cuando pones tus sueños en Dios y aprendes a dirigirte a través de alguien tan especial como Él puedes lograr cosas grandes: puedes salir de ese pasado de pobreza, dolor, peleas, tristeza, a que se comience a cambiar tu futuro.
¿Y cómo era ser mensajero y músico?
De pequeño me comenzaron a llevar a una iglesia y ahí empezó mi contacto con la música. Desde los 12 años hice toda clase de trabajos con amigos de mi mamá en vacaciones: trabajé en la Plaza del 7 de Agosto llevando pedidos, fui cotero, bodeguero, mensajero.
¿Qué cree que lo hace un Gran bogotano?
Yo amo mi ciudad. Tengo propuestas de irme a vivir a Estados Unidos desde hace seis años… aquí tenemos muchos problemas, pero creo que Bogotá es una ciudad de gente que sabe sonreír a pesar de nuestros problemas. No creo que me vaya a ir de Bogotá, adoro viajar, pero desde aquí.
¿Qué lugares le recomienda a una persona que no sea de Bogotá?
Chévere irse al centro un fin de semana o ir al Simón Bolívar. El Parque de los Novios está muy bonito ahora. Caminar y comer por la Zona G y la T es muy agradable, además que se encuentra comida de todo el mundo. En el sur no solo hay cosas tristes y pobreza. Yo diría: hay que subirse a un TransMilenio, conocer, ver, bajarse y caminar un poco.
¿Hace cuánto no monta en TransMilenio?
Hace rato. Creo que estaba en mis primeros años de casado, como siete años atrás. Dejé de montarlo por seguridad, porque mi imagen cada vez era más visible. Empezamos a montar en taxi y ya después en el carro.
¿Qué le falta a Bogotá para ser esa gran ciudad?
Yo creo que un buen líder. Sin líder es fácil que un pueblo se pierda.
¿Cree que usted puede ser ese líder?
No creo que yo pueda llegar ahí. No me veo como un líder político, yo soy líder dentro de mi género, mi voz es importante, pero en este caso se necesita una voz más poderosa, como una voz política.
Si usted pudiera elegir al Gran bogotano, ¿a quién elegiría?
(Lo piensa) No conozco a Alexandra Moreno (segundo lugar en el concurso), pero he leído muy buenos comentarios sobre ella. Yo creo que cualquier persona que dé su vida por ayudar a otro es digno de llamarse gran ciudadano.
Simule que puede abrazar a Bogotá en su cumpleaños y que la felicita al oído. ¿Qué le diría?
Bogotá, Dios tiene grandes cosas para ti. No eres cola, eres cabeza. En el corazón de Dios estás en la mano de él y tiene grandes planes para ti; Bogotá, tu no eres tercermundista. Bendeciría a su gente, sus líderes, sus entradas y salidas.