Cuando el evangelio crece, los cristianos buscan la manera de congregarse en su propia localidad, es por eso, que los creyentes evangélicos del norte de Italia han buscado la solución del cierre de sus locales por parte de las autoridades. Desde hace tres años han sido cerrados veintisiete iglesias de la Región de Lombardia, y han afectado a más de cuarenta comunidades por la falta de habilitación de ‘sitios de culto’.
“No existe un mercado inmobiliario de lugares de culto, es decir con destinación de uso adecuada, tal como exige la ley. Algunas comunidades que se quedaron sin local se reúnen en casas de familia, pero muchas directamente han desaparecido”, reseñó Protestante Digital
Sin embargo, cada comunidad cristiana alquila los locales donde se van a realizar las reuniones en un salón, dichos lugares habilitados como restaurantes y galpones no tienen su uso como una ‘congregación’, así sea, que la iglesia compre el espacio para la reuniones eclesiásticas siempre terminan clausuradas por entidades gubernamentales.
Igualmente, toda congregación que solicite el cambio de lugar a otra zona de la ciudad, sea propio o alquilado, el trámite ha presentado inconvenientes en el proceso de duración, por lo tanto puede tardar muchos años o inclusivamente llevarse al olvido.
“A nosotros nos costó cuatro años de mucho papeleo, gran perseverancia, una buena dosis de paciencia y varios miles de euros. Conseguimos el cambio hace unos meses, y podemos decir que somos afortunados. El enfoque de esta ley es impedir la apertura de mezquitas. De hecho, no hay ningún lugar de culto musulmán en Lombardia. Pero la consecuencia es que los evangélicos también nos vemos limitados” aseguró Magnin, el pastor Magnin, quien es Tesorero de la COEN, Conferenza Evangelica Nazionale en la Región Lombardia en Protestante Digital
Asimismo, las iglesias bautistas y las de denominación Asambleas de Dios de Italia tienen estadía propia, ya que, esas organizaciones tienen tratos legales con el estado italiano.
De tal manera, hace unas semanas atrás los directivos de COEN se dieron cita con un prestigioso abogado de Milán, buscando ayuda para confrontar el problema que afecta a un número creciente de creyentes.
Protestante Digital