Detente, agradece, sé feliz

Escrito el 02/10/2023 - 11:44am Por Carlos Hernández Zamora

Una mañana caminaba por los pasillos de mi centro de trabajo y me llamó la atención unos letreros que estaban colocados en un espacio lúdico, la mayor parte de las personas, las miraban superficialmente como un elemento decorativo, pero al escudriñar su significado, encontré un mensaje interesante.

La primera señal: «Detente» Es importante deternernos cuando nuestra vida está corriendo hacia los precipicios de la destrucción, cuando nos sentimos perdidos y necesitamos reflexionar sobre nuestra actitud y comportamiento, pues Dios siempre envía mensajes por medio de profetas, predicadores y otros medios que son usados para exhortarnos. El Salmo 32 es una radiografía de David cuando habia pecado, su decaimiento espiritual y físico fueron los detonantes de su accionar al frente de una nación que necesitaba la dirección de un rey, pero que vencido por el pecado, los efectos colaterales repercutieron en su vida, su familia y por ende en todo el pueblo israelita. Sin embargo, David se detuvo y comenzó a perdirle dirección a Dios, el Salmo 51, es una dedicación a la reivindicación espiritual, se humilla, confiesa su pecado y decide continuar adelante.

 «Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos.» Jeremías 6:16. Nuestra vida es igual que un automobil, si presionamos el acelerador y seguimos devorando kilómetros, sin seguir las señales de tránsito, tarde o temprano tendremos desastrosos resultados. ¿Cuántas veces hemos corrido así?

La segunda señal: «Agradece». Una palabra que poco a poco se está convirtiendo en arcaismo , pue está cayendo en desuso. Hoy en día, casi no se escucha esta palabra. Pedimos un favor, recibimos una ayuda y creemos que la otra persona está obligada a servirnos. En el Nuevo Testamento se presenta el caso de 10 leprosos que fueron sanados por Jesús, estos le pidieron que los curara, pero cuando supieron que la lepra habia desaparecido, sólo uno se regresó para agradecerle a Dios. Uno de mis Salmos favoritos es el Salmo 103, que es un modelo para reconocer la gratitud por todas las bendiciones que Dios ha hecho en nuestra vida. Nuevamente David aparece en la escena, nos exhorta a no olvidarnos de las maravillas divinas que se han realizado en nuestra vida, familia y nación. En Japón se practica la cultura del agradecimiento, su forma de gratitud la manifiestan de muchas formas, para el caso, un universitario siempre visita y agradece a su primer profesor en la escuela como muestra de agradecimiento por la enseñanza ofrecida.

El caso de Job, en una situación difícil de afrontar, pues habia experimentado una tormenta de pruebas que trastocaron su entorno familiar y el resto de sus posesiones, practicamente lo perdió todo, sin embargo, aun cuando estaba enfermo, agradeció y alabó a Dios, pese a que su esposa, le decía que se muriera y que maldijera al Altísimo.

Creo que debemos volver a ser corteses, a expresar gratitud hacia aquellas personas que nos prestan un servicio, a mostrar ese agradecimiento a Dios.

La tercera señal: «Sé feliz» . En nuestra cultura la felicidad se condiciona mediante la compra de productos que llevan un componente emocional, ya sea por imitación o sugestión, lo que transmite de manera subliminal o directa, ese mensaje de felicidad. Hace años se pasaban un comercial de un refresco que se le llamaba « la chispa de la vida » lo que inducía a las personas a tomar ese producto, para entonar su día, lo mismo sucede con algunas personas que durante todo el día, toman café. Los sicólogos hablan de los estímulos condicionados que mediante un condicionamiento clásico van generando una respuesta en relación con la presentación de la comida, la compra de un auto, , viajes, ropa, y otras recompensas que adquieren un efecto de autoconsentirse. Según estos estudios, la felicidad es inducida, y se ajusta a los contextos comerciales.

La felicidad es un plan de Dios para el hombre, no consiste en el cumplimiento de una serie de protocolos que produzcan un estado de alegría, sino en vivir de acuerdo a los parámetros divinos, experimentando las bondades de una vida en abundancia. Hace tiempo, que se cantaba un coro que habla del Salmo 118:24 : «Este es el día que hizo Jehová, nos gozaremos y alegraremos en él» Sin duda que Dios nos invita a gozar de sus bendiciones en el mismo instante.

Algunas veces tenemos la imagen de un Dios que no se rie, que es serio, pero cuando un pecador se arrepiente, hay fiesta en los cielos, y la palabra fiesta, es un campo semántico de la felicidad. Leí de un doctor que recetó la terapia de sonreir y expresar que estaban bien, aun cuando pasaban por procesos de enfermedad críticos. Cada vez que llegaba a visitarlos, ponían en práctica y al pie de la letra, la prescripción médica y al final del tiempo , el resultado era positivo. Los pacientes mejoraron. No cabe duda que muchas enfermedades son producto de los sentimientos de odio y amargura que se alojan en la mente y corazón.

No olvidemos entonces que en la carretera de la vida, Dios nos ha puesto señales para llegar a nuestro destino de forma segura y confiable. Detente, agradece y sé feliz.

¡Qué Dios siga bendiciendo tu vida!

Acerca del autor

Educador de generaciones, orientado al estudio de la literatura y lenguas extranjeras. Me agrada escribir cuentos y ensayos. Creo en las capacidades de las personas para salir adelante. Analítico en las problemáticas sociales. Constante en el estudio, pues sé que un pueblo educado es un ente libre de la ignorancia. Aficionado a la tecnología, lector activo y participativo de la Biblia. Bloguero de Onda Exclusiva en la sección de «vida cristiana» y «acción social».