“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra”. Salmo 8:3-5
Usted es alguien muy especial para Dios. Usted es un tesoro, de hecho, las mismas escrituras afirman que somos especial tesoro para nuestro Dios. Él lo considera a usted como lo más valioso de toda su creación.
El salmista, hablando de la grandeza de Dios, escribe que Dios nos ha coronado a usted y a mí, de gloria y de honra. Somos la posesión más preciada por Dios, la más importante obra de sus manos. Y necesitamos vernos a nosotros mismos a la luz de la palabra de Dios.
Si usted ha nacido de nuevo, ya no es más esa vieja criatura. La naturaleza divina está dentro suyo y por sus venas corre la sangre de Jesús. En el campo del Espíritu, usted es de la familia real. Usted tiene una corona que no puede ser vista con los ojos naturales, usted puede caminar en honor porque está favorecido por Dios.
Hay personas que no experimentan victoria en sus vidas porque tienen una baja autoestima. Hay personas que se odian a sí mismas, se desprecian, se desvalorizan. Y este es el resultado de la falta de conocimiento, la falta de luz. Pero cuando usted sabe que ha sido coronado con gloria y honra, algo sucede en su interior, viene confianza y tiene coraje para enfrentar situaciones difíciles.
No viva fuera de sus privilegios, reconozca que su Dios lo ha favorecido de una manera muy elevada. Hay cosas buenas que van a suceder en su vida. El conocimiento revelado hará que usted se vea a sí mismo como Dios lo ve a usted, coronado con gloria y honor.
Toda obra de sus manos será bendecida. Usted tiene autoridad sobre las circunstancias adversas y la esperanza de que Dios cambie su adversidad en victoria. Estará más consciente del favor de Dios en su vida.
Reciba del amor de Dios para usted y véase a sí mismo como el tesoro más preciado, porque usted lo es. Dele gracias a Dios por el hecho de ser su Hijo, dele gracias ahí mismo donde está en este momento por el gran amor que él le ha manifestado, y dele gracias por haberlo hecho alguien tan especial, pudiendo además ser bendición para otros. Bendigo su vida, bendigo sus planes, sus sueños y proyectos, en el nombre de Jesús, amén.
¡Que tenga un día híper bendecido!
