Tal vez en algún momento de tu vida hubo en tu corazón el deseo de formar una bonita familia. Desde pequeños muchos sueñan con casarse, tener hijos, que todo sea armonía y felicidad, paz y completo amor en sus futuras familias. Pero sucede que nuestras ilusiones se apagan cuando vemos que en el hogar donde nos tocó vivir no fue así. Cuando te das cuenta que en el propio hogar donde vives; tu familia no ha sido ni es lo que un día soñaste, terminas desilusionado y pierdes toda esperanza de formar algún día tu propia familia. El darte cuenta de la realidad quizás ha hecho que tu sueño de formar algún día una familia de bendición se apague. El ver que tu padre tal vez ha sido alcohólico, el escuchar a tus padres discutir todo el tiempo ó que alguno de ellos haya sufrido de engaño y abandono por parte de uno de los dos y tu hayas tenido que ser testigo de todo eso, poco a poco termina matando aquel hermoso sueño que Dios puso en tu corazón.
Yo sé que todos, en algún momento de nuestra vida; pasamos por circunstancias de crisis en el hogar. Algunos las superan, muchos otros tristemente no y otros viven y sufren desafortunadamente las consecuencias de malas decisiones, que en algún momento tomaron apresuradamente. Pero el que en la familia donde te formaste hayan vivido tales crisis y no las hayan podido superar, no significa que tu también las tendrás que vivir y que también fracasarás en el intento. No! Si tú buscas a Dios con todo tu corazón, si tú le amas y buscas vivir en el centro de su voluntad, de aquí en adelante nada de lo que haya acontecido a tu familia tendrá porque venir como maldición a tu vida y futura familia también. No aceptes el temor al fracaso; ni en tu matrimonio, ni en la relación con tus hijos, ni en la relación con tus padres ó tus hermanos. Jesús ya canceló esa maldición que estaba sobre tu vida, Jesús murió por ti, pagó ese precio para que tú ya no cargaras con el peso de esa maldición generacional, esa marca de pecado que se había traspasado a tu propia vida y futura descendencia.
Tal vez tus padres se separaron cuando eras pequeño, tal vez alguno de tus padres falleció, o tal vez no recibiste el amor que hubieras deseado recibir y aún sigues anhelando en lo profundo de tu corazón. Tal vez te ha desilusionado mirar a tu alrededor y ver que las familias no perduran, que los matrimonios se disuelven en muy poco tiempo.
Hoy te digo: «Que no te roben el sueño de disfrutar de una familia!» Con la ayuda de Dios Tu puedes marcar la diferencia.
Nunca permitas que la desilusión ó el resentimiento destruyan tu sueño más preciado.
No dejes que el pasado destruya este sueño que Dios ya puso en tu corazón.
Si has perdido fuerzas para luchar por tu matrimonio, hoy te animo a que no te rindas jamás. Dios puede renovar el amor, aunque sientas que se ha acabado, aunque sientas que todo está perdido, que tu esposa ó esposo no cambia, ó que tus hijos están fuera de control. Nunca abandones el sueño de Dios, ni tu sueño de tener una familia de bendición. Si has flaqueado, si te ha faltado la fe; levántate hoy con nuevas fuerzas, clama al Señor por tus hijos si es que sientes que se han desviado por el camino equivocado Dios puede re direccionar sus pasos. Pide al Señor fortaleza y sabiduría, trabaja fuerte por la sanidad y restauración total de tu matrimonio y tu familia. La obra no será tuya así que no desesperes, será del precioso Espíritu Santo.
Nunca es tarde y para Dios no hay nada imposible! Recuerda: «no estás solo, no estás sola, Dios está contigo!»
¿Sabes algo? Dios restauró mi familia y también puede hacerlo con la tuya. No dejemos que el enemigo destruya lo que con tanto amor Dios ganó en la cruz para ti y para mí.
Mucha gente no tiene la menor idea de qué es una familia. Para muchos es simplemente una estación donde hacen parada a comer y dormir pero no es así.
La Familia nació en el corazón de Dios, el soñó con esa idea. Y deseaba que fuera un lugar para disfrutar y gozar, un refugio para las tormentas de la vida, un lugar de seguridad.
Para esto existe la familia. El hogar debe ser un lugar donde podemos llorar y expresar lo que sentimos. Un lugar donde podamos encontrar consuelo y comprensión. La familia debe ser una escuela donde aprendemos a vivir, a relacionarnos, un lugar donde nuestro carácter se forma y aprendemos todos los valores.
Pero no olvidemos que todo inicia en nuestro corazón! Eso todo eso es lo que Dios quiere hacer en tu familia. ¿Le permites tomar el control de tu vida? ¿Le permites ayudarte a que tengas la clase de familia que Dios ha soñado para ti? Confía en Él, ríndete a Él y te aseguro que Él te ayudará en todo. Tu familia será restaurada!
Hoy oro por tu familia y la bendigo en el nombre de Jesús declaro que cualquier situación de crisis que estés pasando Dios la toma en sus manos, declaro que por la sangre de Jesús tu familia es redimida de todo poder del enemigo, declaro que Dios te devuelve esa autoridad que el enemigo te había robado sobre tus hijos, declaro que los roles como esposa, como esposo, se ponen en el orden correcto de Dios, que en tu hogar reina la paz, el amor, el perdón. Que Dios restaura, sana toda herida del pasado y lo que tu tendrás de aquí en adelante serán días de alegría y de bendición con todos los miembros de tu familia, en el nombre de Jesús. Amén.
Que Dios siga soplando «Aliento de vida» sobre ti! Bendiciones!