Rebajas en los precios

Escrito el 29/04/2015 - 10:37am Por Diego Carrasco

REBAJAS 2

“Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez”. (Éxodo 18.21)

Cuando leemos el texto de arriba y vemos su contexto, podemos concluir en que el siguiente consejo es un consejo muy sabio, dado por Jetro a su yerno Moisés.

Este hombre ve el agotamiento acercándose a pasos agigantados hacia la vida de su yerno, y es ahí cuando le sugiere lo que está escrito arriba. Quiero que juntos veamos algunas cuestiones que me parecen interesantes en relación al liderazgo hoy.

1) Quienes lideramos debemos aprender a escuchar los consejos que nos pueden ayudar en la tarea que desarrollamos. Hay personas a nuestro alrededor que a través de una palabra que nos entregan pueden aliviarnos la carga que llevamos, y es nuestro deber aprender a oír a quienes nos acompañan. En la actualidad, veo un liderazgo cerrado, un liderazgo que pareciera no querer oír consejos de nadie, “solo del Espíritu Santo”.

Líderes que, cuando alguien se acerca a darles un consejo o una sugerencia, cierran literalmente sus oídos, porque creen que nadie mejor que ellos para saber cómo hacer las cosas. Mi querido amigo, Moisés estaba liderando a un pueblo pero en soledad, es decir, estaba haciendo toda la tarea solo, y tarde o temprano eso terminaría drenando sus energías.

La tarea es muy pesada para desarrollarla en soledad, pero debemos aprender a oír a quienes están a nuestro lado, su consejo, sugerencia o reflexión puede hacer que la carga sea más liviana. Líder, ¡escucha a quien está a tu lado, no seas necio!

2) Debemos aprender que hay cosas que SÍ podemos y debemos delegar, y otras que NO. El consejo de Jetro a Moisés, en otras palabras era el siguiente: “Moisés, atiende tú las cosas más importantes del pueblo, aquellas en las que es necesario que tú intervengas, y el resto delégalas”. Hay cosas que necesitan de tu presencia, mientras otras pueden ser delegadas, y para ello, debes aprender a compartir la carga por el pueblo.

Cuando creemos que debemos hacer todo, cuando pensamos que nadie hará las cosas mejor que nosotros, cuando nos llenamos de ego y no damos espacio para el crecimiento de otros, es cuando corremos serios riesgos de formar un pueblo inmaduro, un pueblo que jamás crecerá en su responsabilidad y compromiso, porque fue malformado, ese pueblo será un pueblo que jamás avanzará. Debemos entender que la tarea no es exclusividad del líder, es de todos los que formamos parte del pueblo de Dios. Dios no necesita llaneros solitarios, necesita y quiere formar equipos…

Miremos lo que nos dice el texto de arriba. “Además escoge tú de entre el pueblo…”. Otra de las funciones del líder es supervisar y verificar los dones y capacidades de quienes forman parte del pueblo, y guiar a cada uno de ellos a que puedan usar esas capacidades de manera correcta en beneficio del pueblo y de la tarea.

Hoy en día vemos gente con determinado don o capacidad funcionando en sitios o espacios para los que no fueron dotados por Dios. Vemos Maestros haciendo de Pastores, Evangelistas cumpliendo roles de Profetas, en el área de las finanzas vemos a gente que no sabe del tema pero que “les gusta” colaborar en la obra. ¿No será hora de que empecemos a ordenar lo que está mal para poder funcionar correctamente?

3) “…varones de virtud”, fue la primera característica que Jetro le indica a Moisés que tienen que tener aquellos que sean sus colaboradores en el ministerio. ¿Qué significa esto? Quiero darles algunas definiciones de lo que significa la palabra virtud: “fuerza, valor o vigor/ Poder o potestad de obrar/ Que hace el bien y evita el mal”.

¡Qué interesantes las definiciones! Estos compañeros de ministerio que elegiría Moisés tenían que tener como primera característica la capacidad de evitar todo tipo de mal y trabajar en pos del bien común.

Sigamos un poco más… Sigue diciendo Jetro: “…temerosos de Dios”. Uffff… ¿Y si dejamos acá nomás? Preguntas que me surgen: ¿Por qué hacemos la tarea que hacemos? ¿Qué nos motiva a hacerlo? ¿Somos conscientes de que Dios está también presente en la intimidad de nuestro hogar? ¿Qué es aquello que miro, hago y pienso cuando estoy solo? ¿Qué es lo que ocurre cuando estoy a solas con mi novia o esposa? Estas son solo algunas preguntas que me surgen al pensar en este aspecto del temor a Dios.

Se ha perdido el temor a Dios, ese temor reverente que me lleva a vivir de manera honesta e integra sin importar en que lugar esté. Hoy vemos en plataformas hombres y mujeres que ministran sin considerar su pecado, y es que se ha perdido el temor a Dios. Cuando ese respeto a la Presencia Santa de Dios está no hay necesidad de que alguien nos diga o señale lo que está mal en nosotros, simplemente lo sabremos y actuaremos consecuentemente.

Cuando temes a Dios cuidas lo que haces y dices cuando estás con tu novia/o, con tu esposa/o, con tu jefe, con tu líder, etc, simplemente sabes que debes honrar la Divina Presencia de Dios que todo lo abarca y todo lo llena.

Y sigue: “…varones de verdad”, no dice machos, no dice latín lovers, dice varones, hombres de verdad. Hombres bien hombres son aquellos que asumen sus compromisos y los llevan a cabo cueste lo que cueste. La tarea no es para niños, es para hombres,…¡y hombres de verdad!

Por último, dice que “aborrezcan la avaricia”. La avaricia es “el apetito desordenado por obtener o adquirir bienes”. Personas que nunca se sacian, siempre están deseando más y más, más de esto, más de lo otro, y hacen lo que sea con tal de obtener lo que anhelan. Este es un problema de carácter, y necesita ser cambiado.

Rebajas en los precios es o tiene que ver con que ya no se aspira a que el liderazgo reúna estas cualidades, sino que simplemente se busca a los ofrecidos, a los voluntarios, a los “que tienen ganas”. De un precio inicial estipulado se pasó a un precio menor o inferior con tal de llegar a lograr el o los objetivos. ¿Requisitos? No, nada de eso, con que quieras alcanza, es el slogan o leit motiv de muchos en muchas partes del mundo, y por eso tenemos la iglesia que tenemos, una iglesia que sufre de raquitismo y un liderazgo que necesita recambio.

Si te tocó o te tocase liderar a un grupo pequeño o un grupo grande, procura que tu vida refleje estas características y tu influencia será para bien de todos.

¡Que tengas un día híper bendecido!

 

 

 

 

 

 

 

 

Acerca del autor

Hola, soy Diego Carrasco, vivo en la ciudad de General Roca, Provincia de Río Negro, sur de la Republica Argentina. Pastor de Comunidad de Fé "Más ALTO", Escritor y Conferencista, Acompañante Terapéutico, Profesor de Música y Defensor de la Vida. Casado con Paula y padre de Tomás, Matías, Julieta y Paloma, mis ángeles. Busco constantemente ser una fuente de inspiración para otros.