La Corte Suprema de Oklahoma en Estados Unidos determinó que el monumento de los Diez Mandamientos situado en el capitolio de la ciudad debería removerse pues es un símbolo religioso ya que viola la prohibición constitucional del Estado hacia el uso de bienes públicos en beneficio de una religión.
«La Corte Suprema aplicó incorrectamente una sección arcaica y progresiva de nuestra Constitución estatal y que utiliza para aplicar una sentencia que va en contra de la estructura de creencias de la mayoría de los residentes de Oklahoma», expresa el representante estatal republicano Jon Echols.
Mike Reynolds, otro republicano, comentó: «No es un monumento religioso, es un monumento histórico y si quieren tratar de cambiar la historia, no van a tener éxito».
El Monumento de los Diez Mandamientos está cincelado sobre una piedra de granito con 6 pies de altura. Ya que se ha recibido un alto número de quejas sobre el monumento, el tribunal está considerando eliminar al monumento del lugar ya que tiene contenido religioso y forma parte integral de las religiones judía y cristiana.