Son varios los estados de Norteamérica que han avanzado vertiginosamente en la legalización de la unión de personas del mismo sexo; sin embargo, el gobernador del estado de Indiana, Mike Pence, entra en el ojo del huracán por firmar una ley que permite a empresarios negarse a servir a parejas homosexuales si consideran que esto viola su libertad religiosa.
“Firmando hoy para garantizar la libertad religiosa está totalmente protegido por las leyes”, tuitió el gobernador en su cuenta Twitter con una foto donde se le observa rodeado de creyentes y religiosas.
Los pronunciamientos en contra no se hicieron esperar, desde la ex secretaria de los EE.UU. Hillary Clinton, quien rechazó la acción de Pence y lamentó que esta ley “pueda aprobarse hoy en América”. A la par, el exjugador Jason Collins, catalogado como el primer baloncestista en revelar su condición de homosexualidad, interrogó desde su cuenta Twitter al gobernador: “Si estaba legalizando la discriminación contra él cuando viaje a la final”.
Además de los anteriores, la polémica norma viene despertando no solo el grito de queja de varias personalidades de influencia como el presidente de Apple, Tim Cook, quien la calificó de “decepcionante”. Sino la de organizaciones y asociaciones que están a favor de los derechos a las personas del mismo sexo.
Aunque muchos han tildado al gobernador de estar apoyando un proyecto que promociona la discriminación este se ha defendido: “Si supiera que iba a legalizar la discriminación, la hubiera vetado”, aseguró Pence. Por ahora, resta esperar la entrada en vigencia del instrumento legal el 1 de julio de este año, cuando los dueños de tiendas de Indiana empiecen a negarse a prestar sus servicios a parejas del mismo sexo.