Las autoridades de la pequeña aldea de Huay del distrito Atsaphangthong, una provincia de Savannakhet de la República Democrática Popular Lao, dictaminó que los cristianos tienen que renunciar a su fe o serán expulsados por su práctica cristiana la cual los lleva a realizar reuniones o culto en sus hogares.
Esta resolución fue aprobada en la reunión oficial de la aldea el 21 de septiembre de 2013, donde se pidió a los aldeanos, que consta de dos no-cristianos y los cristianos, para asistir, según informa en su portal la organización Human Rights Watch (HRW).
Ante la decisión los cristianos han rechazado la orden alegando que su derecho a la libertad religiosa está garantizado en la Constitución de su país. Un líder de la iglesia del pueblo Nonsung declaró: “Nosotros, como cristianos, no podemos hacer un juramento a los espíritus que no sean Dios. Así hemos decidido no tomar el agua sagrada”.
En la República Democrática Popular Lao, según la enciclopedia Wiki, la religión predominante es el budismo que, junto con el animismo comúnmente practicado entre las tribus de montaña, coexiste pacíficamente con la veneración del espíritu; aunque existe un pequeño número de cristianos en pleno crecimiento y musulmanes.
La HRW pone en duda la comprensión y la sinceridad del gobierno de Laos sobre el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por Laos en 2009. Es evidente que el derecho de adoptar una religión – creencias de su elección-, así como el derecho a manifestar la religión la cual se confirma en el artículo 16 del Pacto, lo cual es condenado en el Pacto.
De allí que la organización inste al gobierno de Laos a respetar el derecho del pueblo de Laos a la libertad religiosa y el derecho de acompañamiento que se reúnen en cultos garantizado por la Constitución de Laos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.