Kim Jong- Un, el máximo líder del gobierno norcorreano, ordenó la ejecución de 33 cristianos que según el diario The Daily Mail, el motivo responde a que estos han intentado derrocar al actual gobierno.
Los 33 cristianos condenados a muerte, habían alcanzado tener contacto con Kim Jung Wook, un misionero de Corea del Sur detenido por establecer iglesias subterráneas en el vecino país. Según el rotativo The Washington Times, el ministerio de Wook fundó aproximadamente 500 iglesias subterráneas.
Al parecer, la sentencia es la misma que condujo a la ejecución del tío del líder norcoreano Jang Song Thaek junto a todos sus familiares. Aunque la constitución de Corea del Norte garantiza la libertad religiosa, el índice de intolerancia religiosa va en aumento y los los cristianos son continuamente acusados de espionaje o por supeustamente cometer otros delitos contra el Estado.