Existe un dicho: “los verdaderos héroes no llevan capa”, los anti-héroes no son tomados como grandes benévolos, realmente no son tomados en cuenta para nada. Moisés estaba escondido por tres meses en la casa de su madre al no poderse ocultar al niño, pasó largo tiempo y crecía en estatura fue puesto en una canasta recubierta con brea y resina para cuando fuera echado por la orilla del agua el bebé no se hundiera y no muriera en el río Nilo. Después que la hija del Faraón descendiera para bañarse a distancia vio el cesto le dio la orden a la criada para que lo recogiera, ella se conmovió profundamente al verlo llorar y se lo dio por un tiempo a la madre hebrea para que lo amamantará luego que trascurriera el lapso la princesa egipcia lo adoptó y lo hizo su hijo le llamó Moisés que significa: “Lo saqué del agua”.
“Y la hija de Faraón respondió: ‘Ve’. Entonces fué la doncella, y llamó á la madre del niño; a la cual dijo la hija de Faraón: ‘Lleva este niño, y críamelo, y yo te lo pagaré’. Y la mujer tomó al niño, y criólo. Y como creció el niño, ella lo trajo á la hija de Faraón, la cual lo prohijó, y púsole por nombre Moisés, diciendo: Porque de las aguas lo saqué”. Éxodo 2:8-10 RVR
Cuando Moisés era adulto salió a visitar a su propio pueblo: “los hebreos”, viendo la rudeza como eran tratados por los egipcios se enfureció para golpearlos a tal punto que él reaccionó para matar a unos de ellos logrando el homicidio. Empezaron a gritarle: – ¿Quién te nombró para ser nuestro príncipe y juez? Entonces Moisés despertó súbitamente y pensó: «Todos saben lo que hice » tal cual todos sabían y el faraón quería matarlo, sin hacer más que reflexionar de lo sucedido él huyó hacia Medían y se casó con Séfora hija de Rauel.
El llamado en la zarza ardiente
Medían se convirtió el nuevo hogar para Moisés se había desentendido totalmente de su familia en Egipto y especialmente del faraón de quien huía pero aun así escuchaba los rumores que seguían siendo oprimidos por las manos de los egipcios. Apacentando las ovejas de su suegro Jetro (sacerdote de Medían) llevó su rebaño al desierto y descansó en Sinaí: “Monte de Dios”. El Ángel del Señor se le apareció en una zarza que ardía en fuego, tal fue el asombro que no dejaba de obsérvala porque la pequeña planta no se consumía y Dios lo llamó desde ese lugar donde se encontraba:
“Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ‘!Moisés, Moisés!’ Y él respondió: ‘Heme aquí’. Y dijo: ‘No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es’. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dijo luego Jehová: ‘Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo. El clamor, pues, de los hijos de Israel ha venido delante de mí, y también he visto la opresión con que los egipcios los oprimen. Ven, por tanto, ahora, y te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel’. Éxodo 3:4-10 RVR.
Luego que Dios hablará con Moisés protestó ante el Señor diciéndole:- ¿Por qué tengo que ir a librar a tu pueblo, Señor? ¿Cómo hacer si no me creen? ¿Soy tartamudo para poder hablarles? Muchas de las dudas y la voces cruzaban por su mente para ser obediente a lo que se le había encargado pero a la final acepto su llamado.
Tal vez este ejemplo para muchos causará terror debido que las cosas negativas que han pasado en la vida fueron la más decepcionantes que no se siente merecidos para lograr algo que Dios les encargó en su misericordia que originan argumentos en los pensamientos más profundos de su corazón, cuestionando la gracia del Señor.
El pasado: «se conoce como pasado tanto a dicho tiempo como a aquello que aconteció en el periodo en cuestión» el concepto de pasado puede referirse al “personal” «un hecho que quedo atrás» los pecados antiguos que se realizaron antes de conocer o ya conociendo al Señor y aun se lucha por superarlo.
Huir: «Apartarse de alguien o de algo deprisa para alejarse de un peligro o una molestia » Cuando se desea irse de aquello que no queremos aceptar y sólo nos alejamos no aceptando lo que pasó esto sucede al no perdonarse así mismo o no tomar valor para confrontar los problemas personales ya sea de cualquier aspecto de la vida.
El llamado de Dios: «El recibir un llamamiento de Dios significa recibir un nombramiento o invitación de Él» el Señor viene a presentarse a las personas mostrándose como salvador y ayudador de las vidas de aquellos que están necesitados primero para que los acepten como su Señor y segundo cuando él desea que le amen y le sirva de todo corazón.
Sin importar aquello que ya pasó Dios nos invita a empezar de cero y caminar con Él, nunca fuimos merecedores de su amor y gracia pero envió a su Hijo para morir por nosotros y perdonar nuestros pecados a pesar que se le lastimé no aceptándole o hacer todo al revés de lo que se nos fue encomendado a cumplir en su palabra la fe se debilita y la única opción sería irnos de su presencia y dejarnos envolver por el mismo pasado para no seguir sus caminos pero su voluntad no es la destrucción del hombre.
Dios está en la puerta para recibirte con las manos abiertas y darte una oportunidad Él te llamará de muchas maneras para captar tu atención y susurrarte al oído:- Tengo planes para ti y son de bendición. Nunca te fallaré y no te dejaré caer en las cosas que hiciste cuando te encontrabas lejos de mí. Existirán muchas confusiones en tu camino mientras aceptes el llamado pero Él te dará la victoria sobre aquellos que te fallaron y te dejaron. La muerte de Jesús en la cruz y tu fe de lo que se hizo en Gólgota te dará la vida nueva que necesitas para nunca más vuelvas a ser la persona de tu pasado.