“Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere”. (San Juan 2.5)
Transcurría una boda de la que Jesús y sus discípulos participaban, y en medio de ella, un incidente impensado: el vino se acabó!
También estaba allí presente la madre de Jesús, quien viendo lo que estaba sucediendo, se dirige a los sirvientes, y casi a modo de secreto, les da la clave para que el problema o la situación pueda ser revertida. `Hagan todo lo que él les diga¨.
Quizá asombrados por lo que esta mujer acaba de decirles, pero estando atentos a lo que pudiera suceder de ahí en más, esperaban alguna palabra de Jesús.
Y cuando menos lo pensaron, el propio Jesús se acerca hasta ellos y les da una orden. `Llenen las tinajas´. Y ellos, recordando las palabras de la madre de Jesús, solo atinaron a acatar la orden, y aquí quiero compartirles una serie de enseñanzas que pueden derivar en el milagro que tanto deseas. Presta atención…!
1) Haz todo lo que Jesús te diga y tal como te lo pida. Si te pones en `opinólogo´, es probable que pierdas tu bendición. Solo decide obedecer,…y verás lo que sucede.
2) Si Jesús te dice que hagas algo, hazlo aunque no estés en el sitio `apropiado´. No estaban en un templo o en un culto, estaban en una boda cuando este milagro ocurrió. Tienes que romper todo pensamiento que limite o condicione el milagro que esperas, deja que Jesús actúe donde él quiera y como él quiera.
3) Haz lo que Jesús te diga, aunque tengas muchos problemas. Muchas veces aquellos problemas que nos aquejan, nos alejan de Jesús en lugar de acercarnos a él. Lo cierto es que cuando hacemos aquello que Dios nos ha pedido que hagamos, él se encarga de proveernos aquello que necesitamos.
¿Cuál es esa llave? La obediencia. Puede abrir y destrabar aquellas cosas que parecieran a simple vista, difíciles e imposibles de resolver. No hay cerradura que se resista a esta poderosa llave.
Pregunto. ¿En que área de tu vida quieres ver un milagro? ¿Salud? ¿Economía? ¿Familia? ¿Matrimonio?
4) Por último, haz lo que te diga aunque nunca hayas visto un milagro realizado por él. Este fue el primer milagro que Jesús realizó, y en esta oportunidad, los sirvientes tuvieron que obedecerle sin tener antecedentes de milagros hechos por él.
Lo que marcará la diferencia en nuestra vida y nos hará ver milagros, es tomar la palabra de Dios y manifestar una actitud de total obediencia hacia ella. Aunque nunca hayas visto un milagro en tu vida, toma hoy la palabra del Señor, y acciona en consecuencia. Te asombrarás de los resultados. No pierdas de vista esta poderosa llave. Que tengas un día híper bendecido!