La primavera llegó! Sí! Muchos anhelaban que llegara este momento. La mayoría están expresando la emoción que sienten por esta maravillosa estación del año.
Todos se ilusionan y de pronto comienzan a prestar mayor atención a los paisajes pues estos se pintan de hermosos colores en los árboles, las flores, las montañas. Se observan hermosas mariposas al viajar por carretera, se escucha más audible el silbar de las aves, podemos percibir un poco más los aromas de las diferentes flores y el cielo más azul y brillante que otras veces. Los días son más largos, la gente ahora empieza a trabajar mas en sus jardines y campos con un poco más de entusiasmo porque durante el otoño e invierno tal vez no hubo mucho que hacer; y es que siempre es mas grato acercarse a ese árbol frondoso lleno de vida que ir solamente a recoger hojas secas para llevarlas a la basura.
Y ciertamente así como la primavera es una de las temporadas más esperadas del año y anuncia que es el inicio de algo hablando terrenalmente, espiritualmente también y no solo por temporadas pero Dios siempre está haciendo cosas grandes en nuestras vidas aunque tu en ocasiones no las puedas percibir, porque tal vez en lo espiritual te encuentres viviendo en un otoño o invierno.
Hoy quiero recordarte aquella palabra que encontramos en: Cantares 2:11-13 «¡Mira, el invierno se ha ido, y con él han cesado y se han ido las lluvias! Ya brotan flores en los campos, ¡el tiempo de la canción ha llegado! Ya se escucha por toda nuestra tierra el arrullo de las tórtolas. La higuera ofrece ya sus primeros frutos, y las viñas en ciernes esparcen su fragancia.»
Tal vez hasta ahora habías trabajado en la obra del Señor o fuera de ella y habías visto poco fruto, o lo que es peor nada de fruto en tu vida. En ocasiones da pena y tristeza al tener que reconocerlo, pero déjame decirte que todo lo que has vivido hasta ahora si es que es tu caso, no ha sido más que preparación de parte de Dios pues el ha estado purificando tu vida. Hoy el tiempo de la canción ha llegado! Ha terminado ese otoño, e invierno espiritual. Viene tiempo de retribución para ti, tiempo de recompensa. Tu sabes que nada en tu vida se mueve si no es por la voluntad de Dios y hoy tu debes levantarte y creer que un nuevo tiempo de bendición viene sobre tu vida, es tiempo de recompensa para ti, sobre todo para ti que no perdiste la fe ni por un momento, aún cuando veías tus hojas caer, aún cuando los fuertes vientos de la prueba vinieron contra ti arrebatándote hasta la última hoja que estaba sobre tu vida.
Es tiempo de comenzar a ver el fruto y la cosecha de todo lo que has esperado durante años! Sólo tienes que creerlo. Y así cómo muchos se alegran de que la «primavera» ha llegado; el Señor hoy te dice: «Viene un tiempo de primavera sobre tu vida también. Alégrate porque reverdecerás, florecerás porque has permanecido en mi».