Había transcurrido alrededor de 40 días y el joven regresaba a su hogar. Sus padres lo recibieron con bastante emoción y alegría. La mesa fue servida con todas las ceremonias de la etiqueta y justo en el momento en que todos tomaban un poco de sopa, se escuchó un inoportuno ruido que causó molestia a los padres. ¿Que pasó?— exclamaron. La respuesta no se escuchó. El joven siguió comiendo y empezó a hablar en otro nivel de lenguaje. Su madre se asustó más y dijo: —«Dime con quien andas y te diré quien eres».
La escena es muy familiar a nuestro ambiente. Copiamos con facilidad la forma de hablar, de vestir, de caminar, etc. Todo con el propósito de asimilar un estilo de vida, muy ajeno a la realidad que nuestros padres nos han enseñado. La presión del grupo nos impone una serie de criterios para ser aceptados en el entorno social. Las marcas costosas de ropa, perfumes y celulares forman el perfil del joven que busca tener una aceptación instantánea. Se comprende esta situación, ya que la juventud es un período en el cual los modelos, juegan un papel muy importante para formar una personalidad. El joven busca en su familia, en el colegio y en la sociedad: buenos o malos ejemplos que sirvan para la formación de su imagen.
«Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni va por el camino de los pecadores, ni hace causa común con los que se burlan de Dios» Salmos 1:1. Este versículo proporciona un modelo sobre el comportamiento de un joven que busca cada día identificarse con los principios cristianos y morales. La juventud es una etapa de la vida llena de ilusiones, sueños y ambientes incomprensibles. La metamorfosis que está sufriendo produce una rebeldía constante en contra de la formación de valores que tienen como finalidad convertirlos en personas de provecho para la sociedad.
La mercadotecnia estudia el comportamiento sico-sociológico del joven. Es por ello que al conocer sus intereses, sueños, e ilusiones diseñan la publicidad de cada uno de sus anuncios , tomando en cuenta los elementos de la sugestión y la imitación, creando una necesidad de identificación en ellos, lo que los destina a ser una generación basada en el consumismo..
Creo que los jóvenes de ahora, definen la visión del mundo como un reto para exteriorizar sus sentimientos. Son los usuarios aficionados de las redes sociales en las cuales presentan su idiosincrasia. Son dueños de una libertad de expresión y albedrío, muy distintas a las de las épocas antiguas, sin embargo, esa libertad no debe convertirse en libertinaje, deben orientarla a una atmósfera de fortalecimiento de sus valores. La vida será el campo de aprendizaje que ira forjando su calidad de ciudadano. Las duras experiencias producirán una refinación de todos los principios que tendrán como objetivo, preparar al hombre y la mujer del futuro para hacerle frente a la problemática del existencialismo.
Josué llegó a liderar al pueblo israelita— no de la noche a la mañana— aprendió en el largo proceso de su existencia, las dificultades y adversidades que se fueron generando cuando aparecían los conflictos que — llenos de rebeldía hacia Dios— provocaban un acto de infidelidad en los peregrinos. Estuvo en contacto con el aprendizaje constructivista impartido por Moisés. Se convirtió obteniendo un grado de liderazgo conforme a los parámetros divinos. El acto de llegar a la tierra prometida fue una recompensa debido a su fidelidad y confianza en las promesas de Dios.
«Las malas compañías corrompen las buenas costumbres» I Corintios 15:33, este versículo enfatiza la sabiduría para conducirse en relación con las amistades, tampoco podemos aislarnos de las personas. Los jóvenes tienen que buscar buenos modelos que sean influencias positivas, eficaces y que produzcan un estimulo al aprendizaje de las buenas acciones. «Busca el bien y apártate del mal», «si los pecadores te quisieran engañar no lo consientas», son mensajes que nos advierten el peligro de seguir las malas compañías.
Y tú, ¿ A quien sigues? ¿ A quien estás imitando directa o indirectamente? El primer blanco sobre el cual debes poner tu mirada es Jesús, recuerda que con tu testimonio puedes tener una influencia positiva en muchos jóvenes. Sigue las directrices de tus padres, los consejos de los buenos maestros y no te salgas de los principios divinos. Si estás en el camino equivocado, párate y busca la senda del bien. La Escritura nos dice que por la forma de hablar, descubrieron que Pedro era seguidor de Jesús, así la gente hallará en ti una persona transformada, orientada a los valores y principios. En la iglesia primitiva, el buen testimonio y la filantropía, hicieron que muchas almas llegaran a los pies de Cristo.
Eres como un faro que ilumina en las tempestades de los mares de la vida, tan solo debes estar en el lugar apropiado para que comiences a rescatar a esos jóvenes que se encuentran desorientados.
«El fruto del justo es árbol de vida, y el que gana almas es sabio». Proverbios 11:30. Muchos te seguirán.
Qué Dios te bendiga.