La armonía familiar

Escrito el 05/05/2020 - 8:49pm Por Carlos Hernández Zamora

Escuchas la radio, ves la televisión o revisas tus redes sociales y te encuentras con unas palabras que eran desconocidas, pero que ahora forman parte de nuestra comunicación rutinaria, la bioseguridad que se debe realizar con medidas extremadamente al pie de la letra, ya que encierra una serie de reglas que se practican de manera contínua. La pandemia que se refiere a una enfermedad que se extendió por todo el mundo; el confinamiento que significa estar en casa, y cuando sales con tu mascarilla, tu desinfectante, tus guantes y  recuerdas la distancia social recomendada para mantenerte lejos del contagio.

Todas estas situaciones generan una tensión pues pasamos con un estrés por no olvidar ninguna de las reglas, así como acostumbrarse a pararse en línea en supermercados, bancos, farmacias y otros lugares.

Algo que me llama la atención, es ver la importancia de quedarse en casa y aprovechar todas las oportunidades precisas para crear un ambiente familiar. Para muchos hogares no ha sido fácil este confinamiento, algunos por la carencia del ingreso familiar, los chicos que no pueden ir a sus centros educativos, y tienen que estar atentos a la lección on line , radio o televisión educativa. Los conflictos o peleas según los organismos de asistencia familiar han subido, ya que la violencia y el maltrato se han incrementado.  

Nietos y abuelos

Alcanzar la armonía familiar requiere el esfuerzo de todos los miembros del hogar, estar conscientes de que cada uno de nosotros, estamos pasando una situación muy difícil y que se necesita el cuidado reciproco, el desempeño de tareas domésticas que conlleven al equilibrio familiar. Aunado a estos detalles, se vuelve necesario ser un buen administrador de la despensa, así como el buen uso de la electricidad, el internet, el agua, teléfono, etc.

Desde el punto de vista cristiano, la familia juega un papel muy importante en la sociedad, es la encargada de crear los cimientos de los buenos ciudadanos del futuro. Para ello Josué se atrevió a decir: « Mi casa y yo serviremos al Señor». Creo que no fue nada fácil involucrar a todo el referente familiar, precisamente cuando la mayor parte del pueblo de Israel estaba tentado a apartarse de los caminos divinos. 

¿Cómo podemos hacer de nuestro hogar un santuario de paz y amor, de respeto y comprensión? La palabra de Dios nos exhorta a mantenernos en oración, en ayuno, en lectura de la Biblia, y fomentar un ambiente positivo orientado a la buena comunicación. Cuando un hogar está en armonía, se respira un aroma especial, »es como el óleo precioso sobre la cabeza…» Salmos 133:2. Es un perfume agradable que atrae a otras personas, de tal manera que nos convertimos en un modelo a imitar. Luego se menciona en el mismo Salmo, el rocío, que significa la frescura espiritual, que empapa nuestras vidas y que nos mantiene en buena forma aun cuando vienen los problemas de la vida.

Si eres un niño o joven, no será fácil, adaptarte a este sistema, el estar encerrado o tener restringida tu libertad y de repente quieres tu propia distancia social en el hogar. Quieres estar solo, sin compartir tu tiempo, únicamente para tus amigos, por lo que has desarrollado una habilidad virtual para manejar aplicaciones y redes sociales que de repente te aíslan de la comunicación familiar.

El disfrutar de una taza de café en el jardín, de entretenernos en un juego, escuchar a los abuelos contar historias interesantes, de practicar una canción familiar, de orar y leer la palabra de Dios juntos, de comer en la mesa, regar el jardín, jugar con las mascotas y otras actividades sanas, van ayudando a fortalecer el lazo familiar. Actividades que habían pasado de moda, pero que ahora, se practican nuevamente y estas situaciones son las que se realizaban en los hogares de antaño, cuando todo mundo vivía en familia.

Dios quiere que vivamos la vida en abundancia, y todo empieza con disfrutar las maravillas que Él ha creado para que nos gocemos. No es un Dios que pasa enojado todo el tiempo, pues tiene planes de prosperidad con el objetivo de darnos un futuro mejor. Jeremías 29:11.

Todo lo que estamos pasando, será un punto de referencia, que en las páginas de la historia quedarán grabados: sucesos buenos y malos, pero lo más importante es el estado resiliencia o longanimidad que hemos tenido.  Nunca podremos olvida la hazaña heroica de médicos y enfermeras luchando con la ayuda de Dios, por arrebatar de la muerte a las víctimas de esta enfermedad, su cansancio agotador, alejados de los deseos de llegar a casa, descansar y abrazar a su familia, tampoco el esfuerzo preciado de los científicos por buscar un medicamento que sane esta enfermedad, los organismos de salud gubernamentales por controlar esta pandemia, de los maestros que han utilizado muchas formas de comunicación para transmitir sus clases, de los cantantes que han compuesto muchas canciones para levantar el ánimo, de los bomberos, policías y del ejército que cumplen las órdenes de protección y servicio a la comunidad, de aquellas personas que se arriesgan por llevar el sustento a casa, pero también nunca olvidaremos el clamor en oración de un pueblo que desde cada hogar se ha humillado delante de Dios, pidiendo misericordia y protección para todas las naciones.

Cuando el Señor nos haga volver de este confinamiento, nuestra boca se llenará de risa, nuestra lengua de gritos de alegría, y entonces dirán las naciones: Grandes cosas ha hecho el Señor, estaremos alegres. Salmos 126:1-3

Acerca del autor

Educador de generaciones, orientado al estudio de la literatura y lenguas extranjeras. Me agrada escribir cuentos y ensayos. Creo en las capacidades de las personas para salir adelante. Analítico en las problemáticas sociales. Constante en el estudio, pues sé que un pueblo educado es un ente libre de la ignorancia. Aficionado a la tecnología, lector activo y participativo de la Biblia. Bloguero de Onda Exclusiva en la sección de «vida cristiana» y «acción social».