Las excusas son un recurso muy utilizado en nuestros días, desde que se inventaron , dijo alguien, nadie queda mal y la verdad es que cuando se llevan al terreno de la práctica, están en la punta de nuestra lengua, y sólo basta escoger la mejor para presentar un argumento acorde con el asunto requerido.
La pregunta es: ¿Por que lo hacemos? Los motivos pueden ser muchos: olvidos, desinterés, falta de concentración, incapacidad, temor, indolencia, etc. Una de las excusas que primero se utilizó en la Biblia, fue la de Adan cuando Dios lo interrogó sobre su desobediencia y él contestó que se originó debido a la mujer que EL le había dado. Prácticamente culpó a Eva y automáticamente a Dios.
Recuerdo en mi clase de Sicología un tema sobre la proyección, que es mecanismo empleado para proyectar en otras personas nuestros defectos y errores con el objetivo de distorsionar la realidad a favor nuestro. Es por eso que al utilizar las excusas cometemos el error de echarle a otras personas la culpa de nuestros fracasos.
Moisés aparece como otro de los casos, cuando Dios le encomendó la misión de hablar con el Faraón, pero él objetó que no podia por su tartamudez, igual situación la de Gedeón que pidió muchas señales a Dios para actuar y no digamos Barac se acobardó y le dejó todo el crédito del triunfo en la batalla a Débora. Cada uno de ellos presentó una excusa diferente, pero siempres se gestó bajo los mismos fundamentos.
En lo personal, hemos estado utilizando las excusas en todo los campos laborales ( cuando llegamos tarde al trabajo) financieros ( cuando no podemos pagar a tiempo nuestras deudas), pero también la humanidad ha procrastinado la invitación de Dios para aceptar el mejor regalo de su vida: la salvación.
«Tengo mi propia religión», «soy muy joven para aceptar al Señor», «la vida es breve, hay que gozarla», «no tengo tiempo para Dios», «para ser cristiano como aquel, mejor me quedo así», «soy malo para ir a la iglesia, si voy, se cae». En fin, si seguimos enumerándolas, no terminaremos.
El problema es que el tiempo se está acabando, el reloj divino, poco a poco, está llegando la hora final y muchas personas no han hecho su decisión. No creen que Dios algún día vendrá. «El Señor no retarda su promesa , según algunos la tienen por tardanza sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos proceden al arrepentimiento. 2 Pedro 3:09
Ya no es tiempo de dar excusas, Jesucristo vendrá y créeme que ninguna de ellas funcionará cuando seas interrogado.
«He aquí ahora el tiempo aceptable, he aquí ahora el día de salvación.» 2 Cor. 6:02
No des mas excusas, El está al llegar.