Pasa la voz

Escrito el 17/09/2015 - 12:01pm Por Carlos Hernández Zamora

             

Pasa la vozLos latigazos aparecían como el pan de cada día. La orden era castigar a cada uno de los prisioneros que se encontraban en rebelión. Los gritos— productos de la tortura— transmitían un mensaje de sufrimiento. La rutina era la misma. El carcelero se levantaba de mañana y abría la celda, de inmediato empezaba a hacer su labor. Dos presos nuevos habían llegado,  acusados de una nueva filosofía religiosa. Se les dio la «bienvenida» y la sangre  brotaba rápidamente. Por fin terminó la tortura y la reacción de los recién venidos fue distinta, en lugar de sentirse adoloridos, entonaron alabanzas y transmitieron un mensaje de paz por medio de la oración. El carcelero  extrañó este comportamiento, pero no dijo nada. De repente un fuerte ruido los puso alerta, las puertas de las celdas se abrieron y todos los presos quedaron en libertad. El carcelero estaba atónito, pues sabía que si se escapaban, él pagaría con su vida, por lo que sacó su espada y ya cuando estaba a punto de matarse, una voz lo alertó: —«¡No te hagas ningún mal, todos estamos aquí!»

Me imagino el suspiro que hizo este personaje cuando estuvo a punto de morir. De inmediato se produjo un cambio de 360 grados, después de ser un verdugo, ahora era un hombre humillado que solicitaba la manera de ser salvo. Lo que me llama la atención es la forma como respondieron Pablo y Silas quienes con prisa, comunicaron el plan de salvación «Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa». Hechos 16:31

Este breve mensaje logró causar un gran impacto en el corazón del carcelero. La palabra de Dios cambió su vida y ahora era una nueva criatura.¿ Cuantas oportunidades hemos desperdiciado y no hemos podido ganar una alma para Cristo?.

Desde hace mucho tiempo la ley del talión, nos presentaba la indicación para aplicar la venganza:« ojo por ojo, diente por diente», sin embargo, la palabra llena de poder y de misericordia por las almas, y con el poder del Espíritu Santo, nos declara, pagar un mal con un bien. Fue así como Pablo y Silas se despojaron del odio de la represión y  lograron comunicar el mensaje de salvación. Pedro tuvo la oportunidad de maldecir a este hombre, pero optó por deponer todo su sufrimiento y negarse así mismo con tal de ganarse una alma para Cristo.

La Biblia nos recomienda en Romanos 12:20 que hagamos bien a nuestros enemigos. La mejor alternativa es presentarles el plan de salvación, utilizando estrategias acertadas. No podemos ser egoístas y responder con maldad a los adversarios. El mensaje transformador de Jesús rompe toda clase de barreras y en todo caso, el negarnos a nosotros mismos, nos obliga a pensar en salvar  almas. ¿Cuántos obstáculos tenemos que obviar para transmitir  ese mensaje?  Algunas veces queremos que lleguen a nuestra iglesia, personas de alta alcurnia, individuos que sean famosos y que de inmediato generan atracción, pero nos olvidamos de aquellas personas humildes o despreciadas por todos los escrúpulos de la sociedad que también están atrapados en el pantano del pecado.

Jesucristo aprovechó la oportunidad para redimir el alma de aquella mujer que fue sorprendida en el acto del adulterio. La extraordinaria compasión con la cual  la trató , estaba llena de misericordia y amor. Jesucristo no la condenó, sino que aprovechó la oportunidad para redimirla con una palabra de paz: «Vete y no peques más». La ley, el hombre la condenaron  pero la gracia de Dios la redimió.

Hoy en día, las buenas nuevas están cruzando todo tipo de barreras en  el mundo. El evangelio está llegando a la mayor parte de los grupos  distribuidos en diferentes estratos sociales, con un llamado al cambio de vida.      A nivel global,  la buena nueva   llega directa o indirectamente a aquellas naciones que se levantan en contradicción con la palabra de Dios. Hombres y mujeres han salido de su zona de comodidad para comunicar ese anuncio de salvación. Algunos han pagado con su vida y otros   a través de los proyectos de asistencia social,   han logrado ser aceptados en algunas regiones transculturales, aprendiendo su lengua y la cultura con el propósito de ganar una alma para Cristo.

La lucha es dura, pero tenemos que aprovechar todo el recurso disponible para ser comunicadores de ese mensaje. El tiempo de la venida de Jesús se está acercando y no podemos presentarnos delante de Dios como aquel siervo que escondió el talento. A veces la indiferencia, la falta de una buena imagen en nuestro testimonio, la timidez y otros obstáculos  nos impiden evangelizar a otras personas. El apóstol Pablo aprovechó ser dirigido por la gracia del Espíritu Santo para predicar la palabra con denuedo a todos los hombres y mujeres. ¿Que hubiera sucedido si en aquel tiempo hubiera  poseído todos los recursos modernos de la tecnología?.  Imagínese, como la palabra de Dios estuviera diseminada  en todo el planeta.

Dios está hablando al corazón del hombre, las enfermedades, las convulsiones sociales, los cambios climáticos y una serie de factores que interactuan en secuencia con todos los hechos sociológicos que la Biblia profetizó. Son señales que nos indican que Jesucristo está por venir. Nuestro trabajo consiste en que  puedan nacer de nuevo y prepararlos para  el acontecimiento más importante que está por aparecer: la segunda venida de Jesucristo.

Es valiosa la  tenaz hazaña que los medios de comunicación cristiana están haciendo por pasar la voz. Cada día surge un nuevo redil de evangelizadores que utilizan la música, la literatura, el arte, el deporte y otros recursos con el único y exclusivo propósito de transmitir el poder regenerador de la palabra de Dios.

El reto continúa, tú y yo estamos inmersos en ese propósito. Aprovechemos todos los medios  para proclamar  el evangelio a toda la humanidad.    Dios te ha bendecido con una serie de dones y talentos para comunicar ese mensaje.   Sigamos proclamando esa palabra divina de salvación, hasta que toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor. No te quedes callado y pasa la voz.

 

 

 

Acerca del autor

Educador de generaciones, orientado al estudio de la literatura y lenguas extranjeras. Me agrada escribir cuentos y ensayos. Creo en las capacidades de las personas para salir adelante. Analítico en las problemáticas sociales. Constante en el estudio, pues sé que un pueblo educado es un ente libre de la ignorancia. Aficionado a la tecnología, lector activo y participativo de la Biblia. Bloguero de Onda Exclusiva en la sección de «vida cristiana» y «acción social».