El anuncio era interesante y conciso: «Estamos en busca de jóvenes con las siguientes características: que no tuvieran defecto alguno, de buen parecer, inteligentes en toda rama del saber, dotados de entendimiento, y habilidad para discernir y que tuvieran la capacidad para servir en el palacio del rey.» El entusiasmo había invadido el corazón de muchos jóvenes en aquella época, pero se desanimaban cuando empezaron a hacerse un auto-análisis y la respuesta que se daban, era negativa.
Daniel y sus amigos se dieron cuenta de la novedad y de inmediato afirmaron que tenían todas las competencias que se requerían para estar en el palacio del rey.
Haciendo una comparación para remontarla al presente, vemos que la situación no ha cambiado. La sociedad anda en busca de jóvenes que sean idóneos para desempeñar una variedad de trabajos que exigen la responsabilidad, honradez y la actitud orientada al servicio.
Los perfiles de las mallas curriculares de la educación tratan de darles repuestas a las exigencias de la globalización, en la cual predomina, el liderazgo, el uso de la tecnología y el manejo de al menos una lengua extranjera. Frecuentemente se publican anuncios, solicitando determinado personal con exigentes criterios de selección.
Daniel era un joven muy apegado a cumplir las obligaciones requeridas en las costumbres judías. Era un modelo para los demás muchachos de esa época y por lo consiguiente — había sido preparado para una misión muy importante— testificar de un Dios vivo en una tierra foránea en contra de la idolatría y otras prácticas que eran comunes en esos pueblos paganos.
Hoy en día, sucede lo mismo. Dios quiere que la juventud se prepare, estudiando y desarrollando las habilidades, destrezas y experiencias para que sean constructores de una nueva sociedad. I Timoteo 4:12 especifica cómo tiene que ser ese perfil. « Ser ejemplo de los creyentes, en palabra, conducta, amor, fe y pureza».
El profeta menor y sus amigos vivieron en un tiempo casi similar al actual, siendo tentados por filosofías extrañas a la sana doctrina, por vientos de cambio de diferentes culturas, pues fueron llevados cautivos a los reinos de Babilonia y Persia, donde fueron sometidos a todo tipo de influencias ajenas a su formación espiritual. Lo interesante de todo, es que estaban preparados para hacerle frente a la realidad en la que les tocó vivir. No se contaminaron con la comida del rey, no practicaron la idolatría y fueron fieles embajadores de los principios divinos. Estos fueron los puntos claves para luchar contra a estos ataques y convertirse en apologistas de la fe.
Las credenciales de estos muchachos fueron usadas por Dios para designarlos como un instrumento de testimonio ante los gobernantes de esas civilizaciones.
Imitemos la integridad del profeta menor que cuando llegó a los puestos como funcionario, logró destacar conforme al alto grado de honradez y fidelidad al Creador del universo. Daniel 4:4 : « Entonces los funcionarios y sátrapas buscaron un motivo para acusar a Daniel con respecto a los asuntos del reino; pero no pudieron encontrar ningún motivo de acusación ni evidencia alguna de corrupción, por cuanto él era fiel y ninguna negligencia ni corrupción podía hallarse en él.»
Dios tiene preparado para ti un plan de prosperidad. El quiere darte un futuro mejor. Jeremías 29:12« Porque yo se los planes que tengo para vosotros, planes de bienestar y no de calamidad para daros un futuro y una esperanza». Es cuestión de tiempo, cuando El te dará la oportunidad para obtener el éxito.
El llamado es para ti. Joven. Sigue preparándote en el campo de la educación espiritual y secular. No descuides la oportunidad que te dan tus padres, valora el sacrificio que ellos hacen cada día por ti. Dios tiene un trabajo específico para que saques todo el potencial y lo pongas al servicio de la colectividad.
José Martí —escritor del Modernismo cubano—expresó con relación a la educación del hombre: «Es ponerlo al nivel de su tiempo para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podría salir a flote; es preparar al hombre, ponerlo al nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podría salir a flote; es preparar al hombre para la vida»
Esfuérzate para hacerle frente al futuro y no olvides que la mano de Dios estará contigo. Eres integrante de una generación de cambio, orientada a solidificar los valores espirituales y morales de una sociedad fraccionada por el pecado.
Personas como tú son las que provocan cambios positivos en la humanidad. La decisión es tuya. Atrévete a ser un triunfador.