Son tan sólo tres palabras que tienen un poder incalculable para desatar bendiciones incontables que han sido mencionadas. Segun Joel Osteen en su libro «Yo declaro» afirma lo siguiente: «Cuando declara una bendición sobre su cónyuge, sobre sus hijos, sobre sus estudientes o cualquier otra persona en su vida, no sólo esta usando palabras bonitas. Esas palabras llevan el poder sobrenatural de Dios. Liberan favor, habilidad, confianza y la bondad de Dios de forma extraordinaria» No cabe duda que estas palabras son una de las más usadas en nuestra cultura, pues genera una satisfacción que produce un estado de ánimo positivo.
A Jacob se le conoce como el que luchó contra Dios. Con el propósito de obtener una bendición no dejó ir al ángel, hasta recibir ese preciado don. ¡Cuán importante y valioso fue lograr este privilegio! Como resultado su vida cambió, después de ser un hombre mentiroso y engañador, se convirtió en una persona de éxito. Pareciera que era un buscador de bendiciones, pues logró obtener ( aunque con engaños ) los beneficios de la primogenitura ( sacerdote de la familia, gobernador de la familia y una herencia doble).
Creo que el efecto positivo que se declara en pronunciar una sencilla frase: «Dios te bendiga» provoca un desafio para obtener las promesas de Dios.
Como todos sabemos, la bendición divina es un sustento espiritual del potencial de Dios sobre nuestra vida. Gracias a sus bendiciones somos portadores de una vida abundante exponencial que se manifiesta cuando reconocemos nuestros pecados y recibimos la oportunidad de obtener una nueva vida.
Hechos 3:19«Arrepentios y convertios para que vengan de la presencia de Dios tiempos de refrigerio» Cuando leo este texto, me siento seguro de que mi vida es una derroche de bendiciones, pues cada dia Dios tiene una declaración positiva a mi favor.
«Dios te bendiga» es la llave para beneficiar a otras personas cuya vida esta pasando por momentos duros. Sus sufrimentos y penas han transformado su existir en una maldición continua, pero cuando alguien decide declarar un Dios te bendiga, destruye todas esas cadenas de dolor y pinta un ambiente colorido y lleno de paz.
El centurión sabía que el poder de Dios se desataba mediante la palabra de Jesús. Su siervo estaba enfermo y él tan sólo queria escuchar esa palabra. Y en aquel momento, el siervo del centurión sanó.
¡Cuantas palabras que hemos dicho han dañado y destruído la reputación de muchas personas! Si expresar malos deseos para otra persona tiene su efecto, que pasará si empezamos a bendecir a todas las personas. ¿Qué cambios positivos haremos a nuestro alrededor?
El reto es de proclamar bendición y experimentar un cambio de conducta, un cambio de dirección, llevados hacia el punto de la bendición. Tenemos a un Buen Pastor que se preocupa constantemente porque caminemos en pastos verdes, en corrientes de aguas y disfrutar de ese banquete en presencia de todo el mundo.
Dios quiere que seamos instrumentos para bendecir a otras personas. Este mundo necesita el toque de la bendicion divina y tenemos una gran misión que cumplir, de ofrecer por medio de esas palabras las buenas intenciones de Dios para el hombre.
Te reto pues a proclamar esta frase: «Dios te bendiga»
